La Batalla de Carabobo
La batalla de Maracaibo, de 1823, produjo la liberación de Caracas, pero antes de ella, la batalla de Carabobo, significó una instancia previa para lograr la emancipación final.
Ya se había logrado un importante avance cuando la República de Colombia había sido oficialmente reconocida, firmándose un armisticio, en noviembre de 1820, que permitió reorganizarse a las fuerzas revolucionarias. El armisticio de Trujillo, que tenía como meta emprender el camino hacia una paz duradera y definitiva, y terminar fundamentalmente con la guerra a muerte, que se había entablado sin respetar los principios elementales de los derechos que asisten a las partes combatientes, fracasó, por lo menos en los que hace a la consolidación de la paz, ya que la tregua, que debía durar seis meses, se rompió, a causa de los problemas suscitados con respecto al destino de Maracaibo, que se había incorporado a la república de Colombia, pero los realistas pretendían su devolución.
El ejército patriota era conducido por Simón Bolívar, quien dispuso, en San Carlos, el 15 de junio de 1821, sus seis mil quinientos hombres, en tres divisiones, a cargo de José Antonio Páez, Manuel Cedeño y Ambrosio Plaza.
El ejército leal a las fuerzas españolas, era conducido por Miguel de la Torre, quien ubicó a sus efectivos en la sabana de Carabobo. Una primera división se ubicó custodiando el camino de San Carlos, al mando del Teniente Coronel Tomás García, quien cubrió todas las posibilidades de franquearlo distribuyendo sus fuerzas de cuatro mil doscientos ochenta hombres en tres batallones, reforzados por dos piezas de artillería situadas en altura. El Brigadier Francisco Tomás Morales, se ocupó de impedir todas las alternativas que posibilitaran atravesar el camino de El Pao. La columna de reserva con cuatro regimientos de caballería liderada por el coronel Joaquín Dalmar, constituyó la reserva.
El choque de ambas unidades de combate se produjo al mediodía del 24 de junio de 1821, en un lugar muy próximo a la ciudad de Valencia, la sabana de Carabobo.
Sólo el flanco derecho le pareció a Bolívar que podía ser traspasado, observándolo desde la altura de Buenavista, y hacia allí se dirigieron las fuerzas de Páez y Cedeño. La acción se complementaría con un ataque por el frente, a cargo de Ambrosio Plaza. Mientras, la Torre enviaba al batallón Burgos para impedir el acceso de los independentistas, lo que logró, obligándolos a retroceder. Pero la llegada de refuerzos, a cargo de los batallones, Cazadores británicos, el Bravos de Apure y el de Tiradores, cambió el rumbo de los acontecimientos. Si bien los realistas también reforzaron sus defensas, no pudieron impedir que las fuerzas bolivarianas ingresaran por el norte.
La caballería de los insurgentes fue atacada por el regimiento Húsares, que pronto abandonó el combate. Casi la misma actitud tuvo el Regimiento de los Lanceros del Rey. Viendo perdidas sus posibilidades de triunfo, en tan solo una hora, los realistas optaron por huir, perseguidos por los revolucionarios hasta Valencia, buscando asilo los perseguidos, en Puerto Cabello.
El saldo fue de aproximadamente tres mil bajas españolas y doscientas criollas. Cerdeño y Plaza, dejaron su vida en el campo de batalla.
Valencia tardó muy poco en ser liberada, y luego Caracas y Puerto Cabello, con la batalla de Maracaibo del 24 de julio de 1823.