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Las invasiones inglesas

Publicado por Hilda

Las invasiones inglesasLa alianza franco española contra Inglaterra, sufrió la gran derrota en Trafalgar y esto motivó a los ingleses, poseedores de un gran poderío naval, a trasladarse hasta las posesiones españolas en el Río de la Plata, para apoderarse de ellas, que servirían como mercado para la colocación de los productos ingleses, que se habían multiplicado por la revolución industrial, y que no hallaban suficientes compradores en una Europa en guerra. Se suponía que no hallarían resistencia ya que por varias misiones, entre las que se destacó la del venezolano Francisco Miranda, habían recibido pedidos de ayuda para liberarse del yugo español.

Tras atacar con resultados positivos la colonia holandesa de El Cabo, emprendieron la misión, no muy definida en sus propósitos y sin autorización específica gubernamental, hacia el Río de la Plata, bajo el mando naval del comodoro Home Popham y del brigadier Beresford, a cargo de las fuerzas militares terrestres.

El desembarco se produjo el 25 de junio de 1806, en Buenos Aires (específicamente en la costa de Quilmes) capital del virreinato, ya que no contaba con la protección que poseía la fortificada Montevideo.

Los pobladores se hallaban desprevenidos y confundieron los buques de guerra con naves de contrabando. El virrey Sobremonte huyó hacia Córdoba, a la que declaró capital interina del virreinato, llevándose el tesoro real. Esta actitud fue vista por el pueblo como cobarde, si bien respondía a una decisión de la Junta de Guerra adoptada el año anterior, que disponía el abandono de Buenos Aires en caso de un ataque grave para obtener refuerzos en el norte. El cuestionamiento fue la forma intempestiva, imprudente y falta de táctica del abandono, que dejó a Buenos Aires totalmente a merced del invasor, que se apoderó de ella el 27 de junio de 1806. Un botín de enorme fortuna, capturado en Buenos Aires, fue paseado por Londres, como símbolo de dominio sobre el territorio americano.

Lejos de aceptar la nueva autoridad, la invasión produjo el acercamiento entre criollos y españoles, que veían peligrar sus ambiciones. Los primeros de lograr una total independencia y no una nueva dominación, y los segundos, la pérdida de su poder político y económico.

El gobernador de Montevideo, Ruiz Huidobro, recibió la visita del capitán de navío Santiago de Liniers, un oficial francés al servicio del rey de España, con el objetivo de obtener apoyo militar para la Reconquista, mientras Pueyrredón y Martín de Álzaga organizaban la resistencia en Buenos Aires, con la gente del campo y la ciudad.

Desde la Banda Oriental, Liniers, avanzó hacia Las Conchas donde se unió a las fuerzas de Pueyrredón, desde donde avanzaron sobre Buenos Aires, para reconquistarla el 12 de agosto.

El día 14 de agosto se convocó a un cabildo abierto, que decidió entrevistar al virrey, a quien se solicitó que delegara el mando en Liniers. Éste se dedicó a preparar varios escuadrones militares con fines de defensa ante la posibilidad de un nuevo ataque inglés, que no se hizo esperar. El nuevo gobierno whig (antecesor del Partido Liberal) envió 7.000 hombres que atacaron Montevideo a principios de febrero de 1807. El virrey Sobremonte huyó nuevamente. Esto motivó la reunión de un cabildo abierto y el 10 de ese mes, se convocó a una Junta de Guerra que destituyó al virrey, entregando el poder político a la Audiencia y el militar a Liniers.

Con el objetivo de ganar aliados, Saturnino Rodríguez Peña, negoció con el general Beresford, que se hallaba preso, en ayudarlo a escapar, a cambio de que realizara gestiones ante Londres y los ingleses de Montevideo, para lograr la emancipación americana.

El 28 de junio, 8.500 hombres, al mando de Whitelocke, se dirigieron a Buenos Aires. El 2 de julio los ingleses obtuvieron un triunfo importante en Miserere, pero los porteños se organizaron y enfrentaron a los extranjeros con sus tropas y en forma doméstica, donde cada poblador, utilizó los elementos caseros a su alcance para reprimir al enemigo, que se rindió el día 6 de julio de 1807.

La principal consecuencia de estas invasiones fue que preparó el terreno para la emancipación. Los criollos tomaron conciencia de su fuerza para luchar unidos contra el invasor y la posibilidad de deponer al virrey y contar con su propio poder político.