Fundación de Buenos Aires
Luego de la exploración del Río de la Plata, transcurrió un período de cuatro años donde no se realizaron más hallazgos hasta que ese río recobró valor al considerárselo una posible vía para llegar al Perú, donde Pizarro había descubierto enormes riquezas. Para ello, el emperador Carlos V, envió una expedición al mando de Pedro de Mendoza, que comenzó sus preparativos en el año 1532, y en 1534, el 21 de mayo firmó la capitulación con el rey Carlos I por la cual se lo nombraba Adelantado, Gobernador, Capitán General y Justicia Mayor del Río de la Plata o Nueva Andalucía. Entre sus deberes figuraban, hacerse cargo de los gastos de la expedición, explorar el Río de la Plata e internarse hasta hallar los dominios del Rey Blanco. Para apoyar su autoridad, debía fundar tres fuertes de piedra. Pedro de Mendoza fue el primer Adelantado en el Río de la Plata.
Con algo más de 1.500 hombres y 14 naves, arribó a la Boca del Riachuelo, a fines de enero de 1536, lugar que consideró reunía las cualidades para ser puerto. El 3 de febrero se levantó el fuerte que no pudo ser hecho de piedra, ya que nos las había en el lugar. Santa María de los Buenos Aires, fue erigida en una altura, donde actualmente se halla el parque Lezama, protegida con zanjas. Eran chozas de barro y paja, y tapias de tierra apisonada. La expedición había partido con víveres pero no fueron suficientes, ya que era imposible reabastecerse. Los indios del lugar eran sumamente hostiles. Para ello, envió a una de sus naves, la Santa Catalina a Brasil y a Juan de Ayolas a remontar el Paraná con tres naves y 250 hombres. Muchos de ellos murieron en la travesía, los que volvieron, trajeron algunas provisiones.
Los indios querandíes se ensañaron ferozmente contra los conquistadores. Ayolas levantó en las orillas del Paraná, cuando partió para buscar provisiones, el fuerte de Corpus Christi, el 15 de junio de 1536, y hacia allí se trasladó Pedro de Mendoza, dejando como gobernador interino en Buenos Aires, a Francisco Ruiz de Galán.
Cerca del fuerte de Corpus Christi, Mendoza fundó el de Buena Esperanza. Luego volvió enfermo a Buenos Aires y decidió retornar a España, pero falleció en alta mar en junio de 1537. Como Ayolas, su lugarteniente, había sido encomendado a remontar el Paraná para buscar las tierras del rey Blanco, desde donde nunca volvió al ser muerto por los indios, el fuerte de Buenos Aires quedó en manos de Francisco Ruiz de Galán.
Por Real cédula de 1537, se autorizaba a elegir Gobernador del Río de la Plata por mayoría de votos, si Mendoza no hubiera elegido lugarteniente. Como Mendoza, había designado a Ayolas y éste a u vez, había nombrado a Domingo Martínez de Irala, éste fue reconocido como gobernador y decidió despoblar el inseguro territorio del Río de la Plata, para trasladar a las personas al puerto de Asunción. A mediados de 1541, se concretó el traslado.
Desde la despoblación de Buenos Aires, los habitantes habían manifestado el anhelo de fundar una ciudad sobre las márgenes del Río Paraná. La situación de aislamiento de Asunción, hacía que los productos que llegaban desde España debieran recorrer un largo trayecto en dos etapas. Primero de Panamá a Lima, y luego de Lima a Asunción. Así, Juan de Garay, que había llegado a Asunción desde el Alto Perú en 1568, fundó Santa Fe, en su margen derecha, junta al río San Javier, a mitad de camino entre Asunción y el Río de la Plata. Nombrado Garay, gobernador interino, en ausencia del gobernador Torres de Vera y Aragón, se preocupó por realizar la segunda fundación de Buenos Aires, donde Mendoza había erigido el puerto de Buenos Aires, para continuar su propósito de “abrir puertas a la tierra”, estableciendo una ruta por el Atlántico.
Cuando se despobló Buenos Aires en 1541, hubo abandono de caballos y yeguas, los que naturalmente se multiplicaron. La apropiación de estos equinos, más la asignación de tierras aptas para el cultivo e indios para encomiendas, fue lo ofrecido para quienes estuvieran dispuestos a colaborar en la fundación. Se presentaron sesenta pobladores, que arribaron desde Asunción.
Con sogas se realizó el trazado de la ciudad, un poco más al norte que la de Mendoza, cuya fundación se concretó el 11 de junio de 1580, bajo el nombre de Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires. En el mismo acto se designó a los regidores del Cabildo. La ciudad se fundó en nombre el rey Felipe, del adelantado difunto Don Juan Ortiz de Zárate y del licenciado Juan Torre de Vera y Aragón, su sucesor.
La ciudad fue diseñada de acuerdo a las Ordenanzas de Población de las Leyes de Indias de Felipe II, del año 1573.
La forma de la ciudad era rectangular, dividida como un tablero de ajedrez. Contaba con cincuenta manzanas, cuarenta y seis urbanas y las restantes destinadas a huertas. Las manzanas urbanas se dividían en cuatro solares, salvo las que se hallaban destinaban al Fuerte, a la Plaza Mayor, al Hospital San Martín de Tours y a los conventos.
Buenos Aires nació como puerto y pronto el nombre de la ciudad, Trinidad, fue olvidado, y comenzó a ser llamada por el nombre de su puerto: Buenos Aires. En 1583, Garay fue muerto por los indios. Buenos Aires, paulatinamente comenzó a adquirir importancia y se convirtió en rival de la ciudad de Lima.