La Batalla de Miraflores
El 15 de enero de 1881, en el marco de la Guerra del Pacífico, dentro de la Campaña de Lima emprendida por Chile, se realizó la batalla de Miraflores en la que se enfrentaron los ejércitos chileno y peruano.
Finalizada la Batalla de San Juan y vencido el ejército peruano, ambos bandos se disponían a iniciar una tregua a la vez que movilizaban sus ejércitos, ya que antes de la medianoche del 15 de enero se inició el combate dentro del distrito de Miraflores.
La situación de Chile frente a Perú era de una sólida superioridad: contaba con 11.000 efectivos, aproximadamente, más los buques Blanco Encalada, Huáscar y Cochrane. A diferencia de éstos, el ejército peruano estaba compuesto por apenas 3000 soldados y el resto, entre 6000 y 8000, conformaban parte de la reserva. Se construyeron zanjas de 7 metros de ancho por 2,5 de profundidad, aproximadamente, en dirección al enemigo con una distancia entre cada uno de 1000 metros.
Iniciado el fuego, sólo fue posible eliminar la primera zanja para el ejército invasor ya que, prácticamente sin municiones, debieron abandonar el combate. Aún así, las tropas peruanas se disiparon, liberando el paso a Chile que no tardó en quemar la ciudad de Miraflores, fusilar soldados y eliminar toda posibilidad defensa que dificultara la entrada a la capital peruana.
El Coronel Andrés Avelino Cáceres fue herido en una pierna.
La colonia italiana en Lima tuvo una importante participación: las embajadas decidieron mantener su neutralidad en relación con el conflicto, aún así, italianos lucharon en la ciudad al lado de los peruanos, pereciendo muchos de ellos.
Las naves peruanas instaladas para defender el puerto del Callao, Unión y Atahualpa, fueron hundidas por los mismos soldados.
El 17 de enero de 1881, las tropas chilenas bajo el liderazgo del General Manuel Baquedano ocuparon la ciudad de Lima.