Batalla de San Juan
El 13 de enero de 1881 se realizó la Batalla de San Juan, también mencionada como de San Juan y Chorrillos, en la que se enfrentaron el ejército de Chile y Perú en el marco de la Guerra del Pacífico.
Dominado el sur peruano por parte de Chile, tras la batalla de Arica y con la intervención diplomática de Estados Unidos, se dispusieron una serie de conferencias orientadas a la búsqueda de soluciones pacíficas que, efectivamente, no llegaron a concretarse. Básicamente, encontrar un punto final a la guerra implicaba la renuncia a la invasión de Lima. En tanto que no hubo acuerdo, se inició la Campaña de Lima cuyo destino final sería la capital peruana.
Hacia fines de 1880, parte de las fuerzas chilenas desembarcaron en Chilca a 70 kilómetros de Lima. Al mando de Manuel Baquedano, las cuatro divisiones chilenas preveían atacar la línea de defensa peruana. La línea de San Juan contaba con 15 kilómetros de largo extendida a lo largo de una serie de colinas y llegaba a tan solo 12 km de Lima. De la misma manera, el Dictador mandó a construir una fortaleza en el Cerro San Cristóbal (ubicado en el distrito del Rímac) que pasó a llamarse “Fortaleza Piérola”.
La ofensiva se llevó a cabo, simultáneamente, en diversos lugares a parte de San Juan: Chorrillos, Santa Teresa, Villa, Marcavilva y Morro Solar (todos estos pueblos ubicados sobre la línea defensiva peruana).
En cuanto a las fuerzas de combate de uno y otro ejército, los 17.000 hombres peruanos debieron enfrentarse, no sólo a la preponderancia armamentística chilena, sino a la superioridad de soldados, eran 23.200 hombres. Aún así, las pérdidas sumaron entre ambos ejércitos, 10.000 bajas más 2.000 heridos.
Tras casi diez horas de combate las fuerzas chilenas resultaron victoriosas, iniciándose un armisticio duraría menos de 48 horas, ya que inmediatamente y debido a una confusión entre ambos bandos, se desató la Batalla de Miraflores que abrió camino hacia la toma de Lima.