Carlos Antonio López
Carlos Antonio López Ynsfrán nació en 1790 en Asunción, capital de Paraguay, y falleció en la misma ciudad en 1862. Fue el primer presidente constitucional de la República de Paraguay. Fue conocido por sus contemporáneos con el apelativo de “El Ciudadano”.
Aconsejado por sus padres inició los estudios de filosofía y teología para posteriormente seguir la profesión eclesiástica pero al poco tiempo dejó la carrera y estudió Derecho. Después de doctorarse alcanzó el rango de catedrático en el colegio de San Carlos donde ejerció la docencia.
Enemistado con su tío, el dictador José Gaspar Rodríguez de Francia tuvo que vivir en la clandestinidad lejos de la ciudad de Asunción.
A la muerte de Rodríguez de Francia y dados sus brillantes conocimientos sobre legislación y sobre la administración del gobierno de su país fue escogido secretario y consejero del consulado y más tarde cónsul entre los años 1841 y 1844 junto al Teniente Mariano Roque Alonso.
Una vez promulgada la Constitución de 1844 se disolvió el Consulado y fue escogido por el congreso presidente de la república, pasando a ser el primer presidente constitucional de Paraguay. A la primera elección les sucedieron dos nuevos nombramientos, en los años 1854 y 1857 esta último hasta su fallecimiento en 1862.
Durante su mandato de dieciocho años y pese a estar su gobierno caracterizado por cierto grado de autoritarismo, gestionó el país modernizándolo y abriéndolo al exterior y dejando como herencia un Paraguay dinámico y abierto a la modernidad.
Entre las reformas internas fomentadas por Carlos Antonio López cabe destacar las siguientes:
Se reorganizó la Administración Pública y el sistema judicial. Impulsó una reforma agrícola y concedió la ciudadanía a las comunidades indígenas. Reformó la milicia. La enseñanza pasó a ser obligatoria y gratuita y se construyeron varios centenares de escuelas que posibilitaron que Paraguay tuviera uno de los mejores sistemas educativos de Latinoamérica. El proceso de industrialización avanzó construyéndose el primer tramo de ferrocarril del país y de toda la parte sur del continente americano. Además se fundó el primer periódico de la nación llamado “El Paraguayo Independiente” y se instauró el himno oficial de la nación “Paraguayos, República o Muerte”
En el ámbito de la política internacional mantuvo tensas relaciones que estuvieron a punto de desembocar en conflictos diplomáticos con los EEUU, Brasil, Inglaterra y Argentina. En este país Juan Manuel de Rosas insistía en reclamar para su nación supuestos derechos sobre la provincia de Paraguay del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Por otro lado, consolidó las fronteras del país y logró el reconocimiento de la independencia de Paraguay por parte de otros países. En este aspecto el cargo de embajador que ocupó su hijo Francisco Solano fue determinante tanto para el reconocimiento de la independencia del país como para finalizar las negociaciones con empresas inglesas que vendieron a Paraguay la tecnología necesaria para entrar de lleno en la Revolución Industrial. Con el objetivo de dinamizar el comercio de la nación consiguió la firma de varios tratados comerciales con grandes potencias como los Estados Unidos de América, el Reino Unido y Francia.
A la muerte de Carlos Antonio López, acaecida el 10 de septiembre de 1862, su hijo Francisco Solano López accedió a la presidencia de Paraguay.