Independencia de Panamá
Panamá está situada geográficamente en una posición codiciada. Es el pequeño istmo de conexión entre las Américas del Norte y Central, con la América del Sur, y un pasaje mínimo entre los Océanos Atlántico y Pacífico, lo que animaría siempre a tratar de crear una conexión entre esas dos masas de agua, ya sea por fía férrea o por medio de un canal. Con la dominación hispánica, el istmo, primero formó parte del Virreinato del Perú y luego del de Nueva Granada.
Los patriotas panameños lograron liberarse del yugo español, tras proclamar su independencia, el 28 de noviembre de 1821, firmando un Tratado de paz con la Metrópoli, el 4 de enero de 1822. Sin embargo, era una nación económica y políticamente débil, por lo que, para lograr mayor seguridad, decidió unirse a la Gran Colombia., formada hasta ese momento, por los territorios que hoy conocemos como Colombia, Ecuador y Venezuela. Las condiciones en que lo hizo, no fue aceptada de buen agrado por los panameños, ya que el territorio fue fraccionado en dos provincias, la de Panamá y la de Veraguas.
En 1830 comenzó la secesión de las naciones integrantes de la Gran Colombia, cuando el sueño bolivariano de la unión americana, declinaba al igual que su vida. Tras hacerlo Venezuela y Ecuador, Panamá tomó la misma decisión, el 26 de septiembre de 1830, situación que se mantuvo hasta el 11 de diciembre de ese año, cuando, por gestión de Bolívar, se volvió a unir a la Gran Colombia. El 17 de diciembre moría Simón Bolívar.
Bajo el impulso del coronel Juan Eligio Alzuru, por segunda vez, Panamá se separó de la Gran Colombia el 9 de julio de 1831, pero el nuevo gobierno en manos de Alzuru, se tornó sumamente impopular por su carácter despótico, terminando el gobernante sus días, fusilado, volviendo el istmo a reintegrarse a una Confederación, ya agonizante, que no contaba ni a Venezuela ni a Ecuador, entre sus miembros, ni a Bolívar como su impulsor.
En 1839, se desencadenó en Colombia una guerra de la que los panameños no se sintieron protagonistas, y decidieron una vez más, separarse, reuniendo una Junta, el 18 de noviembre de 1840, en la ciudad de Panamá. De esta Junta nació el Estado del Istmo, que se organizó constitucionalmente, logrando el reconocimiento de Estados Unidos y Costa Rica. El Coronel Herrera, líder del movimiento emancipador, fue convencido de que el territorio diera marcha atrás con su independencia, luego de lo cual, en 1841, Herrera fue desterrado por los propios colombianos con los que había aceptado el trato.
Para asegurar la estabilidad de esa anexión, se firmó un tratado con Estados Unidos para apoyar por parte de ese país, la soberanía sobre Panamá, a cambio de facilidades en el traslado de personas y bienes por esa zona, para los norteamericanos. Esto se concretó el 12 de diciembre de 1846, por el acuerdo entre Manuel María Mallarino, por Nueva Granada, y Benjamín Bidlack, por Estados Unidos, ambos en ejercicio de las Relaciones Exteriores.
Hasta 1850 Panamá siguió unida a Nueva Granada, posición que pretendía ser mantenida por el gobernador Obaldía, ya que no consideraba llegado el momento oportuno para que el istmo dirigiera su destino, pero una revolución que estalló el 29 de septiembre dio lugar a la cuarta separación.
El intenso tránsito por la zona panameña, motivó el establecimiento del ferrocarril de Panamá, por parte de los colombianos.
Panamá se convirtió en estado federal el 27 de febrero de 1855, por la gestión de Justo Arosemena ante el congreso Granadino.
El ferrocarril construido en Panamá fue incendiado en abril de 1856, como protesta por los pobladores panameños, originada por una cuestión tan simple, como la falta de pago por parte de un estadounidense de un trozo de sandía, que terminó de manera sangrienta por el ataque del estadounidense. Dos panameños resultaron muertos, y dieciséis norteamericanos. La policía del Istmo fue considerada como responsable, por los Estados Unidos, por no haber podido dar seguridad a la población. Esto fue la excusa que le permitió a Estados Unidos intervenir militarmente Panamá, alegando motivos de seguridad, en el mes de septiembre. Por aquellos hechos Panamá debió pagar una abultada indemnización. En 1862, Panamá pasó otra vez a depender de Colombia.
Los franceses intentaron construir un canal en Panamá, proyecto que se ideó en 1874, y que comenzó a efectivizarse en 1881, terminando en un completo fracaso, en 1889.
Entre 1899 y 1902 Colombia debió sufrir la Guerra de los Mil Días entre liberales y conservadores. Estos últimos a cargo del poder, a través del autoritarismo del presidente Manuel Antonio Sanclemente, que impuso una constitución de tipo centralista en lugar de la federal anterior, motivó la sublevación de los liberales.
Panamá sufrió las consecuencias, dejando muchos muertos. La lucha terminó con el Tratado De Wisconsin” el 22 de noviembre de 1902. Tras esos hechos, fue condenado a muerte el guerrillero panameño Victoriano Lorenzo, que fue ejecutado en 1903. Esto motivó el acrecentamiento de las ideas emancipadoras panameñas, además de haberse frustrado la obra por la terminación del canal, producto de un acuerdo firmado en enero de 1903, entre Colombia y Estados Unidos, pero que no fue ratificado por el Senado colombiano.
Las ideas independentistas, se fueron gestando en torno a varios líderes entre los cuales se destacó José Agustín Arango, quien preparó en secreto una Junta con el fin de sublevarse contra el dominio de Colombia, aproximadamente en noviembre de 1903. Para obtener el apoyo norteamericano, hacia allí se dirigió el Dr. Manuel Amador Guerrero.
Esteban Huertas, como comandante militar también apoyó el movimiento separatista. El general del ejército de Colombia, Nicanor de Obarrio, era otro que se contaba del lado de los panameños. También el gobernador José domingo de Obaldía, ahora partidario de la secesión, estaría en la lista de los que preparaban la conspiración que desde Colombia ya se sospechaba que existía. Otros patriotas fueron, el médico Manuel Amador Guerrero, Ricardo y Tomás Arias, Manuel Espinosa Batista y Carlos Arosemena. Estados Unidos apoyaba la propuesta independentista ¿Por sus intereses con respecto al canal?
Para hacer frente a esa posible revolución, partió desde Barranquilla, el batallón de Tiradores, dirigido por el gral. Ramón Amaya y el Gral. Juan Tovar, quienes llegaron a Colón, el día 3 de noviembre, y con el aporte del ferrocarril, que se complotó con los revolucionarios sólo fueron conducidos a Panamá los altos dirigentes de las tropas, quedando el resto de las fuerzas en Colón, lideradas por el Coronel Eliseo Torres. Los jefes, al llegar a Panamá, fueron detenidos por orden de Huertas, todavía al mando del Batallón Colombia, aún cuando las fuerzas recién llegadas tenían órdenes de desplazarlo para ocupar su cargo. Hiertas contó con la colaboración de la población de Santa ana y del Gral. Domingo Díaz.
Se formó una dotación de un poco más de mil separatistas, que obligaron a rendirse a la flota anclada en la bahía panameña y al Batallón Tiradores que se hallaba en Santa Ana.
En la sede de su Consejo Municipal, el pueblo de la ciudad de Panamá proclamó el nacimiento de la soberana república, el mismo día 3, bajo la presidencia de hecho de Demetrio Brid, y el 4 de noviembre de 1903, ya contaba el nuevo estado con un gobierno propio ejercido a través de una Junta, conformada por Federico Boyd, José Agustín Arango y Tomás Arias. El 13 de ese mismo mes, Estados Unidos realizó el reconocimiento oficial de la naciente república, el día 14 lo hizo Francia, y luego le brindaron su aceptación varios países americanos, europeos y asiáticos.
El día 18 de noviembre se firmó apresuradamente entre Estados Unidos y Panamá el Tratado para la construcción del canal de Panamá. En su libro “El País creado por Wall Street”, Ovidio Díaz Espino, relata la “leyenda negra” de la independencia de Panamá signada por intereses económicos estadounidenses, para lograr los derechos sobre el canal, y no como un apoyo de ese país a los patriotas, frente a los abusos de los colombianos.
En febrero de 1904 la Junta fue reemplazada por un ejecutivo unipersonal, designado por la Convención Nacional Constituyente, con el título de Presidente, cargo que recayó en el Dr. Manuel Amador Guerrero. Colombia no se resignó a la pérdida territorial tan fácilmente, pero fueron inútiles sus intentos de reincorporar esta vez el istmo, ya sea por acuerdos realizando concesiones, o por medio de la fuerza.
Colombia recibió una indemnización por parte de Estados Unidos, por el Tratado Thompson-Urrutia, ratificado por el Congreso estadounidense el 30 de marzo de 1922, permitiéndose a Colombia el tránsito de embarcaciones bélicas y fuerzas militares por el canal, iniciándose entre Panamá y Colombia un periodo de paz, con el establecimiento de relaciones diplomáticas.