Vida y Cultura en el México Colonial
A lo largo del periodo en el que los españoles estuvieron “ocupando”las tierras mexicanas, se produjeron grandes cambios, que marcaron la historia de este país para siempre. Y esto ocurrió durante un periodo tan amplio como el de tres siglos, nada más y nada menos.
Desde un punto de vista poblacional, se produjeron importantes cambios sobre todo en lo que se refiere al aspecto demográfico. Aunque la cifra exacta no la podemos saber porque los historiadores no se ponen de acuerdo, se sabe que el crecimiento osciló entre los 2 y los 15 millones de personas. Pero este número fluctuó a lo largo del tiempo, puesto que las epidemias que a nivel mundial se produjeron durante el siglo XVI, diezmaron la población en todo el mundo; sin embargo los procesos migratorios sobre todo de contingentes españoles y africanos, hicieron crecer la cifra, produciéndose el aumento más notable en el siglo XIX.
Por lo que se refiere a la distribución de la población, decir que este reparto no se hizo de una forma equitativa. Así podemos establecer dos estilos diferentes: por un lado, las antiguas ciudades subsistieron de forma que todavía se conservan muchas de ellas hoy en día, por otro lado, hubo numerosas ciudades y emplazamientos fundadas por los conquistadores españoles, las cuales fueron en aumento, a medida que nos desplazamos hacia el norte, las cuales también subsisten a día de hoy.
La vida económica de este período, se basó principalmente en el auge de la agricultura. Este auge vino motivado por la buena combinación que hubo de cultivos autóctonos o indígenas y cultivos foráneos traídos por los españoles, que se adaptaron perfectamente a las condiciones y climas de esa zona (queremos recordar aquí lo ya comentado en cuanto al nombre de Nueva España). Además del auge agrícola, hay que hacer mención al auge ganadero, sobre todo en las zonas del norte del virreinato, y que han dejado su huella en las costumbres y usos folclóricos del lugar, y del sector minero, centrado sobre todo este en la plata, con la que México ha alcanzado incluso hoy en día fama mundial.
El comercio también tuvo una importancia creciente en esta época: en cuanto al comercio interior, se aprovecharon las redes comerciales establecidas, y se abrieron unas nuevas, celebrándose ferias periódicas al estilo de las que se hacían en el reino de España, en las que las dos culturas se mezclaban de forma casi perfecta; por lo que respecta al comercio exterior, este se mantenía fundamentalmente con España, y con Asia.
Este importante tráfico comercial, potenció el desarrollo de la cultura, que alcanzó cotas muy altas, sobre todo, por el interés mostrado por los españoles en el pasado indígena. Así se fundaron escuelas, sobre todo con el propósito de lograr conversiones religiosas, pero también con el espíritu de ahondar en las costumbres de unos pueblos tan diferentes a los europeos, y que les llamaban poderosamente la atención. En estas escuelas se enseñaba la lengua latina, pero también se enseñaba a escribir en la lengua indígena (el náhuatl) y se crearon gramáticas en dicha lengua.
En relación con esto, hay constancia de que en 1536, se abrieron las puertas del colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, donde los frailes trabajaron con las élites indígenas, aunando la cultura renacentista europea y su corriente humanista, con los logros alcanzados por los indígenas. A destacar dos importantes hitos: la introducción de la imprenta en el Nuevo Mundo, en 1539, y la puesta en funcionamiento de la Universidad de México, en 1553.
Quizás, el logro más importante alcanzado por los conquistadores españoles, fue precisamente este, el intercambio cultural, donde ambas partes salieron ganando.
Continuando a lo largo de los siglos, podemos destacar grandes eruditos como pueden ser Antonio de Alzate, Andrés Manuel del Río, descubridor del vanadio, o Fausto Elhúyar y Lúbice, descubridor del wolframio, que son muestra de la brillantez cultural que se dio en Nueva España.