Pancho Villa
Nacido como Doroteo Arango, pero conocido comúnmente como Pancho Villa, nace el día 5 del mes de junio de 1876 en San Juan del Río, estado de Durango, en un rancho llamado Río Grande. Hijo de dos mestizos llamados Agustín Arango y María Micaela Arámbula, que eran de condición muy humilde, y sin formación, nunca mandaron al jovencito Doroteo a la escuela.
De carácter muy rebelde, cuando era jovencito empezó dedicándose a la agricultura en la hacienda de López Negrete, hasta que ocurrió un hecho que cambiaría su vida.
El dueño de la hacienda violó a su hermana de 13 años, y por esta causa lo asesinó, convirtiéndose de este modo en fugitivo, refugiándose en la sierra.
Ya a punto de morir de hambre y dificultades, fue salvado por un grupo de bandidos, cuyo líder era Francisco Villa, quien se transformó en su mentor dentro de la agrupación. De hecho, cuando este murió a causa de un balazo, hizo a Doroteo su sucesor, por lo que este, agradecido, tomó su nombre en señal de respeto, rescatándolo del olvido, dejando de ser Doroteo Arango y convirtiéndose para siempre en Pancho Villa.
Aquí empieza una etapa en la que podemos ver al Pancho Villa bandolero, en la que nuestro personaje se convierte en un proscrito huido en el monte durante un período de más de 20 años, escapando continuamente de las tropas federales, haciéndose un mito popular en su tierra en muy poco tiempo, gracias sobre todo a la causa que a partir de aquella empezaría a defender y que le acompañaría hasta su muerte: la defensa de la clase obrera explotada por los terratenientes. De hecho, la leyenda fue tal que cualquier tropelía cometida en territorio mexicano, era achacada a pancho Villa y a sus hombres, ya fueran atracos a trenes o asaltos de haciendas, pero siempre haciendo valer los derechos de los más desfavorecidos, por lo que se le dio el sobrenombre de “El amigo de los pobres”.
En 1910, durante las elecciones para presidente, Francisco Madero lanzó un programa político cargado de reformas de carácter social, proclamando la insurrección popular y dirigiéndose a la capital con su ejército de voluntarios, para el desagrado del presidente Porfirio Díaz.
Pancho Villa, todavía se dedicaba a su guerrilla particular cuando conoció la causa de Madero, a través de su representante político Abraham González en Chihuahua.
Este encuentro y la posterior relación que surgiría después, marcaron a Pancho Villa de tal manera que apenas 3 meses luego del levantamiento de Madero, se apareció en El Paso y colocó todo lo que estuvo a disposición, como su dinero y ejército, al servicio de la revolución.
Tras el triunfo de la causa de Madero en 1911, Pancho Villa siguió a las órdenes del gobierno oficialista para luchar contra las fuerzas de la contrarrevolución, con diversos avatares, pero nunca sin dejar de serle fiel a Madero, en un hito sin precedentes en la historia mexicana.
Tras la proclamación de Victoriano Huerta, y el posterior asesinato de Madero, Pancho Villa se unió a la causa de Venustiano Carranza, que quería acabar con la dictadura de Huerta, y junto con Emiliano Zapata y contando con su enorme popularidad se puso al mando de la División Norte y obtuvo alguna de las más importantes victorias de la causa de la revolución.
Pancho Villa fue nombrado gobernador del estado y desde 1913 a 1915, confiscó numerosas tierras de los latifundistas las cuales repartió entre hambrientos y gente sin fortuna.
En 1914, la amistad de Pancho Villa con carranza se rompió, y no sólo dejaron de ser amigos, sino que incluso se convirtió en enemistad, y este hecho motivó finalmente su derrota a manos del general Álvaro Obregón, general de Carranza y un gran estratega en la batalla, y que carranza ordenara matar finalmente a su antiguo gran amigo.
A esta idea de Carranza de acabar con Pancho Villa se unió la persecución que los EEUU de América, en un deseo y un afán imperialista hicieron de su persona, y a la que él se enfrentó de la mejor forma que sabía; mediante la guerra de guerrillas, y repeliendo los ataques que los EEUU le lanzaban, adentrándose en territorio mexicano para poder darle caza.
Fracasados los intentos de asesinarlo, y a partir de 1920, se dedicó a la agricultura en Durango, siendo finalmente asesinado cuando se dirigía en un coche al Parral, en Chihuahua, el 20 de julio de 1923.
Curiosamente, después de tanta lucha, no lo asesinaron ni los federales ni los partidarios de Carranza, sino por un mercenario.
En contra de lo que dicen su leyenda negra, que también la tiene, fue un rebelde ejemplar, defensor de los mexicanos oprimidos y gran amante de la educación, en la que confiaba ciegamente para salvar a su patria.