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Los Tarascos (II)

Publicado por Helena

los tarascos IIEl arte tarasco, en su conjunto, era muy vitalista. Su capacidad para realizar expresiones artísticas en movimiento y no estáticas, hacen que se considere al arte tarasco como de los más evolucionados de su época.

Su arquitectura se caracteriza por la construcción de grandes plataformas, y de pirámides mixtas, mitad pirámide y mitad conos, llamadas yácatas.

Es muy interesante también su artesanía cerámica, la cual era destinada tanto al uso doméstico como al comercial o ceremonial., destacando sus colores, los cuales usaban con profusión, sobre todo el rojo, el crema y el negro, y la artesanía con plumas, que la aplicaban a mantas, y prendas de vestir.

Pero sin duda, lo que más destaca de esta artesanía del pueblo tarasco, es la conocida como manufactura de las lacas.

Sobre este tema ha habido distintas teorías; así una de ellas dice que esta artesanía se la enseñaron a los tarascos, los conquistadores españoles. Sin embargo, hoy en día está prácticamente admitido por todos los historiadores que ya se conocía desde los tiempos prehispánicos.

Este arte consistía en pintar las piezas de cerámica por medio de la técnica del laqueado. El sistema era muy rudimentario pero no por ello menos efectivo. Así, se cubría cada pieza con una especie de arcilla plástica, y en ella se trazaban las muescas que componían los distintos dibujos. Después se rellenaban las incisiones con colores vistosos frotándolos con las manos, y agregando los distintos detalles con la ayuda de punzones y puntas de flecha.

Hecho esto se procedía al barnizado de la pieza.

La sociedad tarasca estaba montada sobre un estricto poder militar, con un alto grado de centralización y jerarquización.

En la parte más alta de esa pirámide estaba el calzonci. Este máximo poder era el gobernante supremo en todos los aspectos: jurídicos, políticos, económicos y religiosos. Este poder supremo era representante de los dioses y por lo tanto tenía derecho sobre la tierra; además era el encargado de nombrar a los señores locales o achaechas. Estos ocupaban los puestos importantes en todos los ámbitos, así como los cargos públicos.

Dentro de esta clase privilegiada, estarían también los sacerdotes, los cuales eran dirigidos por el petámuti o sacerdote mayor, que actuaba como juez en algunos casos, siempre y cuando, claro está, se lo permitiese el cazonci, y los gobernantes militares de las fronteras del estado tarasco, que eran cuatro.

Por debajo de esta clase dominante, estaban las clases más bajas, que sostenían con su trabajo o por medio del pago de tributos, a las clases elevadas, y que estaban formadas por agricultores, pescadores, artesanos, y por último los esclavos, que se destinaban a trabajar las tierras o al sacrificio, en las diversas ceremonias religiosas que celebraba este pueblo.

Se convertían en esclavos, los cautivos de las guerras, que durante una época fueron bastante abundantes, o los condenados por deudas de hambre. Así mismo se podía llegar a esclavo si eras vendido en el mercado.

La diferencia de clases era muy acusada, siendo importante destacar aquí que la justicia era aplicada con mucho más rigor entre los ricos, y sobre todo entre la clase dirigente que entre los pobres.

En cuanto a las relaciones entre sexos, algunos estudiosos se inclinan por ver entre los tarascos un cierto matriarcado, a través de la concesión de un status superior de clase por ser mujer. Esta idea no es del todo cierta pero lo que si es cierto, que había ciertos oficios destinados íntegramente a las mujeres, como puede ser la encargada de la preparación de alimentos, de guardar los sartales o de las semillas. Además también es cierto, que las mujeres de las clases superiores tenían una relación especial con el cazonci, el cual les buscaba matrimonio con los altos funcionarios de estado, exigiéndoles a cambio que aprendieran conocimientos de acorde con el status del marido elegido.