La cultura nayarit
La cultura nayarit se desarrolló en la costa oeste de México entre los años 500 a de C y 500 d de C, aproximadamente, en una zona de grandes humedales y de selva tupida. Se sabe que este pueblo ha mantenido estrechas relaciones con poblaciones vecinas como pueden ser las de Jalisco y las de Colima, con las que compartían numerosas señas de tipo cultural.
Sobre esta cultura no poseemos mucha información, porque no se han encontrado muchos indicios arqueológicos, y los que hay provienen casi todos de colecciones particulares. Esto es curioso tratándose de una cultura, que se extendió en el tiempo durante varios siglos, pero no podemos obviar que es una de las grandes desconocidas de las culturas mesoamericanas.
Nayarit, que fue un nombre que se le dio con posterioridad, y que hoy en día es un estado de México, significa “Hijo de Dios que está en el cielo y el sol”.
En cuanto a su economía no tenemos mucho conocimiento puesto que casi todos los indicios arqueológicos que poseemos sobre esta cultura, son de piezas particulares. Se sabe que eran agricultores y que vivian en aldeas con pocas construcciones de tipo cívico.
En cuanto a la organización sociopolítica se cree que la posición más destacada pertenecía al chamán, que con sus rituales gobernaba a grupos locales distribuidos por todo el territorio nayarit. Las evidencias arqueológicas nos muestran a un pueblo dividio en aldeas compuestas por varias familias que residían todas ellas en casas de barro normalmente de una altura, y que incluso a veces podían llegar hasta dos.
En cuanto a su culto era muy complejo, sobre todo en el culto a sus muertos: así los enterramientos los realizaban en tumbas construidas en fosos muy profundos al final de los cuales se encontraba una recámara donde se enterraba a los miembros de un mismo clan, acompañados de figurillas, alimentos y otros menesteres que pudieran ser necesarios en la otra vida, en la cual, por supuesto creían.
En cuanto al arte nayarit decir que la cerámica nayarit era realizada con distintas técnicas. Las estatuillas más conocidas tienen forma antropomorfa y son bastante naturalistas, presentando deformaciones y uso de abundantes joyas. Las representaciones de animales, son escasas, y casi exclusivamente se han encontrado representaciones del perro.
Probablemente estas estatuillas tendrían una simbología votiva, de adoración a los dioses, puesto que en ningún momento representan a personas humanas como tales, sino que en todo momento aparecen deformadas. Sin embargo muestran diversas escenas de la vida, desde escenas cotidianas, a escenas de adoración, por lo que se les suele atribuir de todas formas un significado simbólico