José María Morelos y Pavón
José María Morelos y Pavón (1765-1815) nació en la localidad de Valladolid, actual Morelia (México). Sacerdote y militar, luchó junto a Hidalgo durante la Guerra de la Independencia de México entre 1811 y 1815.
Estudió es la escuela de San Nicolás bajo el rectorado de Miguel Hidalgo Costilla. Iniciado el proceso de liberación, tomó conocimiento de las actividades que estaba llevando a cabo su antiguo rector y lo buscó para ponerse a sus órdenes. Éste le encargó extender la revolución al sur del país y lo nombró coronel.
La destreza de Morelos fue destacada, tanto por sus amigos como enemigos. Su nombre llegó hasta el mismísimo Napoleón Bonaparte. Gracias al triunfo logrado en las batallas Tixtla, Valedero, Chautla de la Sal e Izúcar en contra de los españoles, obtuvo el grado de “Generalísimo”.
Su lucha no tuvo descanso, en unos pocos años y con la colaboración de miles de soldados logró tomar prácticamente todo el centro y sur de México.
Entre sus varias hazañas, el Sitio de Cuautla fue uno de los más importantes. Sitiado por Calleja, militar y político español, logró resistir junto a su tropa durante 72 días en condiciones no del todo favorables. El 02 de mayo de 1812, Morelos junto a sus principales colaboradores, logró sortear la situación con muy pocas bajas dentro de su ejército.
Tras reorganizarse, ocupó militarmente Oaxaca y Acapulco.
Posteriormente, fue derrotado por Agustín de Iturbide en la batalla en las lomas de Santa María de Valladolid, oficial al servicio de España en aquel momento. Ambos personajes tenían cosas en común: habían nacido en Valladolid, eran parientes lejanos y habían ido al mismo colegio. Cabe mencionar que Morelos ofreció a Iturbide ingresar en su frente y éste rechazó la proposición.
Asimismo, no sólo fue reconocido por su proeza militar, el 13 de septiembre de 1813 organizó el primer Congreso en Chilpancingo. Allí se redactó la primer Acta de Independencia en la que se declaró la República Mexicana.
Su lucha por la soberanía encontró el final en 1815, derrotado en Temazcala, fue apresado por la inquisición y sentenciado a la pena de muerte. Fue fusilado el 22 de diciembre de ese mismo año en la localidad de San Cristóbal Ecatepec.
13 años más tarde, en 1828, sus restos fueron trasladados a su Valladolid natal, rebautizándose la ciudad bajo el nombre de Morelia, en honor a su memoria.