Historia

El Grito de Dolores

Publicado por María Celia

Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote de la iglesia de Dolores (estado de Guanajuato) , hizo un llamado a los pueblerinos para que se levantaran en contra del Virreinato de la Nueva España y, para ello, hizo sonar las campanas de la parroquia. De esta manera, El Grito de Dolores fue el lema fundacional con el que se designó el inicio de la guerra de la Independencia de México, el 16 de septiembre de 1810.miguel_hidalgo.gif

Reunidos en la puerta de la iglesia, Miguel Hidalgo pronunció un discurso que finalizó con un grito de libertad: ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, ¡Abajo el mal gobierno!, ¡viva Fernando VII! Este “viva” quedó reservado en la tradición mexicana y hasta el día de hoy se repite en ocasiones de festividades patrias.

La alusión a Fernando VII fue hecha como consecuencia de los sucesos de Bayonna, cuando Fernando VII devuelve la corona a su padre y éste la cede a Napoleón, quien la entrega a su hermano, José Bonaparte. Mientras que en España funcionaba la guerra de guerrillas que sería una de las razones determinantes en la derrota de Napoleón, en las colonias, se iniciaba en proceso de independencia.

Es importante destacar que el Grito de Dolores no solo fue un llamado a la rebelión, sino también una proclamación de los ideales de igualdad y justicia. Hidalgo, influido por las ideas de la Ilustración, buscaba poner fin a la opresión de los españoles y establecer un gobierno que respetara los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su raza o clase social.

Si en los comienzos Fernando VII tenía la imagen de rey que padecía los embates napoleónicos, cosa no del todo cierta, finalmente, la ausencia de la corona legítima española sirvió al proceso independentista, ya que las colonias no reconocieron la nueva autoridad.

gritoo-dolores.jpgRestituido el rey en 1814, y aunque iniciadas las acciones para mantener a las colonias bajo el poder español, el proceso de liberación en Hispanoamérica prevaleció.

Originalmente, la insurrección estaba planificada para el 02 de octubre; asimismo, ésta se llevaría a cabo en San Juan de los Lagos (localidad de Jalisco). Ante el descubrimiento de los españoles, decidieron adelantar la fecha. La elección de Miguel Hidalgo para dar el grito de libertad no fue azarosa, teniendo en cuenta la fe de los mexicanos, Ignacio Allende y de Juan Aldama, dos de los conspiradores en la causa, pensaron que su figura animaría el espíritu de los mexicanos.

Tras el acto inaugural, junto con algunos miles de soldados, se inició la guerra. Acompañado de Allende y Aldama, Hidalgo tomó varias ciudades sin contar, prácticamente, con ninguna resistencia: Celaya, Salamanca, Atotonilco, etc.

En Guanajuato, la resistencia se llevó la vida del Intendente Juan Antonio Riaño, un español que luchó hasta que fue atravesado por una bala. Luego siguieron Valladolid, Toluca, etc.

En 1811, fueron traicionados por Ignacio Elizondo, militar realista que, en apariencia, se había pasado al lado de los insurrectos. Allende y Almada fueron asesinados tras la captura. Hidalgo fue encontrado culpable de alta traición y luego de un largo proceso judicial en el que el sacerdote contó lo realizado, fue fusilado en el colegio de los jesuitas en la localidad Chihuahua, sentado y de frente, con un tiro sobre su mano derecha depositada en el corazón, tal cual él lo había pedido.

Hoy en día, el Grito de Dolores es recordado como un momento crucial en la historia de México. Cada año, el 16 de septiembre, el presidente de México repite las palabras de Hidalgo desde el balcón del Palacio Nacional en la Ciudad de México, manteniendo viva la memoria de este acto de valentía y resistencia.