Agustín de Iturbide
Agustín de Iturbide (1783, Valladolid – 1824), militar mexicano, hijo de españoles, se alistó al ejército realista con sólo 14 años de edad. Luchó en contra de Hidalgo, negándose a la propuesta que éste le hiciera de enrolarse a en la lucha insurgente a favor de la independencia mexicana. Iturbide no creía en esa metodología, con lo que se mantuvo junto al ejército realista y se destacó en la sofocación de diferentes focos de sublevación.
Hacia 1820, reinstaurada en España la Constitución de 1812 gracias al triunfo de la revolución liberal, Iturbide aprovechó la ocasión para negociar la independencia de México. Por aquel entonces, aún del lado del ejército español, se disponía a finiquitar los pocos focos revolucionarios que aun quedaban en el sur del país, sobre todo, en contra del General Vicente Guerrero, uno de los pocos insurgentes que permanecía en la lucha. El propósito de Iturbide era convencer a Guerrero para que lo acompañe en sus planes y así conciliar intereses liberales y conservadores.
Bajo el “Abrazo de Acatempan” ocurrido el 10 de febrero de 1820, ambos líderes militares dieron por finalizadas las rivalidades. Algunos días después, el 24 de febrero de ese mismo año, se declaró la independencia de México en el marco del “Plan Iguala”. Las bases del acuerdo fueron las siguientes: establecer la independencia de la corona española, instituir la religión católica como la fe única y lograr la unión de todos los grupos sociales. Estos tres ítems fundamentales, devinieron en las tres garantías sobre las cuales se cimentaría el ejército que diera fortaleza al nuevo gobierno.
El modo de gobierno sería mediante una Junta Gubernativa, más tarde una Regencia que eligiera un nuevo emperador. Asimismo, se elaboraría una Constitución. El ejército quedaría bajo el poder de Iturbide y el trono sería ofrecido de Fernando VII o a alguno de sus descendientes.
Luego, el 24 de agosto de 1821, se firmó el «Tratado de Córdoba«, mediante el que se reconoció la independencia de México como un imperio independen diente. O sea, el nuevo México sería monárquico y constitucional.
Iniciada la etapa imperial, existían fricciones entre el Congreso y la Regencia, lo que ocasionó el motín del Regimiento de Celaya que diera como resultado la coronación de Iturbide como emperador bajo el nombre de Agustín I, el 21 de julio de 1822.
Aun así, existían grupos dispuestos a acabar con el imperio de Agustín I, quien a los efectos de evitar toda posibilidad de derrocamiento y ante el descubrimiento de varis diputados que conjuraban en su contra, disolvió el Congreso. En su lugar y con gente de su confianza, creó una Junta Instituyente quien se ocuparía de la redacción de la Constitución.
En enero de 1823, Antonio López de Santa Anna, político y militar mexicano (que luego sería 11 veces presidente de México), se levantó en armas en contra del emperador y a favor de la creación de un gobierno republicano.
Agustín I abdicó el 19 de marzo de ese mismo año y se embarcó hacia Europa. Estuvo en Italia, Londres y regresó a México en donde fue culpado por traición a la Patria. Fue fusilado en Padilla el 19 de julio de 1824.