La Operación Zorro del Desierto
Tras la finalización de la Primera Guerra del Golfo que culminó con la Operación Tormenta del Desierto y la rendición de las tropas iraquíes, el Consejo de Seguridad de la ONU impone un exhaustivo control sobre el desarme en este país.
El 17 de junio de 1991, la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM) se establece para examinar el desarme de Irak. Ese mismo año y durante el mes de octubre, mediante la Resolución 715, el Consejo de Seguridad de la ONU exige que Irak permita a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) verificar la destrucción de armas
Mientras tanto, Estado Unidos, Gran Bretaña y Francia colaboran en el sur con los disidentes al régimen de Saddam Hussein.
Pese al compromiso tomado por Irak en relación con la Resolución de la ONU, tropas iraquíes abren fueron a los inspectores de la UNSCOM con el fin de evitar la tarea de seguimiento de desarme. Posteriormente, el 26 de noviembre de 1993, Irak vuelve a aceptar el trabajo de verificación en forma incondicional.
El 16 de diciembre de 1998, Estados Unidos inició una campaña de ataque aéreo denominada “Operación Zorro del Desierto” tras ser informados que, nuevamente, los trabajos de inspección habían sido bloqueados.
El peligro subyacente era el temor que despertaba el hecho de que Irak pudiera desencadenar una guerra biológica con armas de destrucción masiva. Esta situación preparó el escenario para una segunda Guerra en el Golfo Pérsico.
El despliegue militar en Irak dejó como saldo varios edificios civiles destruidos, infraestructuras sociales y educativas demolidas, etc. A un país que ya estaba enfrentando problemas de abastecimiento, un misil destruyó un almacén en donde se guardaban 2600 toneladas de arroz, en la localidad de Tikrit, ciudad natal de Saddam Hussein.
Mientras el Presidente decide escarmentar a Saddam Hussein, en propio suelo americano, el gobierno su se veía seriamente amenazado por el escándalo Lewinsky. La opinión pública y los medios no tardaron en asociar los conflictos internos de la Casa Blanca a la inminente decisión de Clinton con el objetivo de distraer la atención.
Posteriormente, tras el atentado del 11 de Septiembre de 2001, George Bush (hijo) anunció la existencia del “eje del mal” integrado por Corea del Norte, Irak e Irán. El futuro traería una guerra que parecía ser una salida inevitable.