La creación de la República de Turquía
La I Guerra Mundial dejó un gran cambio en los mapas de toda Europa, acabando con los grandes imperios y fomentando la creación de Estados más pequeños y, en cierta medida, más modernos.
Uno de los Imperios que cayeron tras la guerra fue el otrora poderoso Imperio Otomano. La derrota en la Gran Guerra provoco que Turquía, en virtud del Tratado de Sevres, perdiera buena parte de sus territorio. Así, Siria, Palestina, Mesopotamia y Arabia dejaron de ser parte del Imperio, quedando prácticamente reducida a las fronteras actuales.
El gran desastre que supuso el desarrollo de la Guerra con su alianza con los Imperios centrales, ya había provocado la aparición en el interior del país de un fuerte movimiento nacionalista. Este movimiento encontró muy pronto a su líder natural, un joven militar, héroe de guerra que evitó la invasión del país, llamado Mustafa Kemal, Atatürk.
La gota que colmo el vaso y que decidió a los nacionalistas turcos a levantarse contra el régimen de los sultanes fue la concesión de Izmir, la Esmirna griega, al país heleno durante cinco años. Encabezados por Atatürk, libraron primero una guerra para expulsar a sus viejos enemigos, los griegos.
Durante los años 1919 al 1922, la guerra contra los griegos, consolido la figura de Mustafa Kemal al lograr la victoria frente a sus enemigos. Finalmente, firmaron un nuevo tratado, el de Lausana, con el cual se fijaron las fronteras actuales del país con alguna pequeña excepción.
Después de esto, el movimiento nacionalista era imparable y tan solo era cuestión de tiempo que tomaran el poder, de hecho, el movimiento de descomposición del Imperio Otomano había ya empezado décadas atrás.
La aparición de los Jóvenes Turcos, en 1906, y el apoyo que consiguió entre la población ya provocó que el Sultán tuviera que promulgar una nueva constitución. Finalmente, ante la continua agitación política que sufría el país, los Jóvenes Turcos lideraron una rebelión que acabó deponiendo al Sultán Apdülhamid II.
Su sucesor Mehmed V intentó sustraerse de la influencia del grupo nacionalista, pero, como ya hemos señalado, la entrada del Imperio en la guerra solo aceleró lo inevitable y, ya con Mustafa Kemal como héroe del país se abolió el sultanato.
Así se tiene la fecha del 29 de Octubre de 1923 como la del inicio de la Turquía moderna. Atatürk sería su primer presidente y sus primeros pasos fueron encaminados a abolir todo lo que quedara del antiguo régimen y de las costumbres que él consideraba orientalizantes
Su obsesión fue acercar a Turquía a Europa y, para ello, promulgo una serie de medidas que, hoy en día, pueden verse, en algunos casos, como exageradas.
Así, junto a medidas lógicas como secularizar la educación pública, Atatürk, sobrenombre que significa “Padre de los Turcos”, trasladó la capital a Ankara, lejos de la antigua capital de los sultanes, Estambul o prohibió la vestimenta típica de la zona, instaurando por decreto la moda occidental.
Igualmente introdujo el alfabeto latino, dejando a un lado el alfabeto árabe y desarrolló una serie de reformas destinadas a promover la igualdad entre hombres y mujeres, aboliendo la poligamia y legislando el derecho de las mujeres a ser elegidas para los puestos políticos.
Atatürk gobernó hasta 1938 y, aún hoy, su figura es venerada en todo el país, repleto de retratos suyos. En su haber, la entrada de Turquía en la Sociedad de Naciones y la conversión de este país anclado en el pasado con el Imperio Otomano, en una nación moderna equiparable en lo político al resto del continente de la época.