El hombre de Cro-Magnon
Hace aproximadamente doscientos mil años habitaron la Tierra los hombres de Neandertal, hasta que desaparecieron hace treinta y cinco mil años aproximadamente. Desde esa fecha, durante la última glaciación, ya los cromagnones habitaban el suelo norte europeo, lo que se toma antropológicamente como fecha para dar inicio a la época conocida como Paleolítico superior, sin reconocerse parentesco que los vincule como descendientes de los neandertales, y dieron origen a los homo sapiens sapiens.
El nombre de hombres de Cro-Magnon, les fue impuesto pues sus restos fósiles fueron descubiertos en Cro-Magnon (Tayac) una cueva ubicada en Francia, en el año 1868, por parte del geólogo Louis Lartet, que halló cinco esqueletos.. Eran hombres altos, de aproximadamente 1,80 de altura, de contextura robusta, de cráneo dolicocéfalo (cráneo ovalado, más largo que ancho) una capacidad craneana de 1.600 cc., esqueleto ligero y caderas estrechas, cavidad faríngea vertical y flexible, y laringe provista de cuerdas vocales.
Su vida era semi nómade, y se refugiaban en cuevas, que los protegían del frío y del ataque de grandes animales. Existía división del trabajo por sexos: mientras los hombres se ocupaban de la caza, lo que hacían en forma grupal; las mujeres recolectaban frutos.
Trabajaron el hueso y nos dieron muestra de su talento artístico, en las pinturas sobre piedra, llamadas rupestres, que tenían un contenido mágico, pretendiendo que esto los ayudara en el éxito de su cacería.
En esta etapa se pasó de la agrupación en bandas formadas por varias familias, a los clanes, donde los integrantes reconocían su descendencia de un antepasado común, el que se adoraba como tótem.