Víctor Manuel II
Vittorio Emanuele Maria Alberto Eugenio Ferdinando Luca Tommaso di Savoia-Carignano, fue Rey del Piamonte-Cerdeña y Primer rey de la Italia unificada. Fue el hijo mayor del rey Carlos Alberto y de María Teresa de Habsburgo-Lorena, hija del gran duque de Toscana, Fernando III.
El futuro rey de Italia estudió en Turín; es testigo del dominio austriaco que se extendía por todo el norte de Italia. En 1842 contrajo matrimonio con María Adelaida de Habsburgo-Lorena, sobrina de su madre archiduquesa de Austria. Con ella tuvo cuatro hijos: María Clotilde, esposa de José Bonaparte, Humberto de Italia, Amadeo de Saboya, rey de España y María Pía, casada con el rey Luis I de Portugal. Tras la muerte de su esposa, tuvo un matrimonio no oficial con Rosa Teresa Vercellana con quien probablemente engendró al conde de Mirafiori y Fontanafredda.
Su padre, tras lograr unificar los reinos del Piamonte y Cerdeña bajo su control, enfrenta a los austriacos, siendo vencido en la Batalla de Novara en 1849. Ese mismo año su padre abdica a su favor y Víctor Manuel asciende al trono como Víctor Manuel II. Víctor Manuel dirigió una monarquía constitucional de régimen moderado, el más liberal que existía en toda Italia.
Su gobierno tuvo la notable influencia del Conde de Cavour, su primer ministro a partir de 1852. Cavour logró, mediante su habilidad diplomática, que Napoleón III apoyara al Piamonte en contra de Austria, logrando derrotar al ejército austriaco en las batallas de Magenta y Solferino en 1859. Ante el temor de la intervención de Prusia en la guerra, Napoleón III frenó su presencia en Italia. El Piamonte se anexó Lombardía, pero no logró emancipar al Véneto del poder austriaco. Cavour renunció en 1860 ante lo que era una derrota pues Francia exigió, de todos modos, la cesión de Niza y Saboya.
El Piamonte se convirtió en una de las regiones más ricas y poderosas de Italia, entablando luchas por unificar en su torno a toda Italia, proceso que tuvo lugar entre 1860 y 1870. Frenó el poder de la iglesia católica, industrializó la península y mejoró sus relaciones diplomáticas. Tras el ataque del ejército romano en contra de Roma, fue excomulgado. El Papa Pío IX tuvo que retirarse hacía el Vaticano.
Bajo el liderazgo de Víctor Manuel II, las rebeliones comenzaron en toda Italia; al sur, se le sumaba el revolucionario Giuseppe Garibaldi. En 1866, Italia sufre varias derrotas por parte del ejército austriaco. Venecia finalmente es dada al Piamonte en 1866 tras la guerra Austro-prusiana y gracias a la firma de la Paz de Viena.
Aunque Roma estaba en poder de iglesia y bajo la protección de Francia, es reclamada por el gobierno italiano como capital de su Estado; la guerra entre Francia y Prusia deja inerme a la ciudad y esta es tomada por los ejércitos de Víctor Manuel. Roma es declarada capital del reino en 1871. Las relaciones con la iglesia se tornaron tensas tras la excomunión y la negativa del estado vaticano a reconocer la unificación italiana, y por ende, al nuevo estado italiano.
Tras la rendición del reino de Nápoles, el primer parlamento italiano se reunió en Turín donde se proclamó a Víctor Manuel como rey de Italia. El nuevo gobernante decidió conservar el numerario II a pesar de ser el primer rey del naciente país.
Víctor Manuel II también enfrentó desafíos internos significativos. La unificación de Italia no fue un proceso sencillo y, a pesar de los éxitos militares y diplomáticos, el país enfrentaba una serie de problemas económicos y sociales. Las diferencias regionales eran pronunciadas, con el norte más industrializado y el sur predominantemente agrario. Esta disparidad económica generó tensiones que el nuevo reino tuvo que abordar con políticas de desarrollo económico y reformas sociales.
Además, la cuestión de la lengua y la identidad nacional fue un tema crucial. La diversidad de dialectos y tradiciones culturales en las diferentes regiones de Italia presentaba un desafío para la creación de un sentido de unidad nacional. El gobierno de Víctor Manuel II promovió el uso del italiano estándar como lengua oficial y fomentó la educación pública para fortalecer la cohesión nacional.
La política exterior de Víctor Manuel II también fue un aspecto importante de su reinado. Buscó consolidar la posición de Italia en el escenario europeo mediante alianzas estratégicas y la modernización de las fuerzas armadas. La participación de Italia en la guerra Austro-prusiana y la posterior anexión de Venecia fueron pasos clave en este esfuerzo.
Víctor Manuel II falleció el 9 de enero de 1878 en Roma. Su muerte marcó el fin de una era en la historia de Italia, pero su legado perduró. Fue enterrado en el Panteón de Roma, un honor reservado para figuras de gran importancia en la historia italiana. Su papel en la unificación de Italia lo consolidó como una figura central en la historia del país, y su liderazgo sentó las bases para el desarrollo del estado italiano moderno. Su sucesor, Humberto I, continuó con el proceso de consolidación del reino y enfrentó nuevos desafíos en el cambiante panorama político de Europa.