La batalla de Jutlandia
El más grande enfrentamiento naval de la Primera Guerra Mundial pasó a la historia con el nombre de la Batalla de Jutlandia, también se considera la segunda más grande de la historia. Tuvo lugar en el Mar del Norte, frente a Dinamarca y duró dos días: 31 de mayo y 1 de junio de 1916 .
Las armadas que se enfrentaron en la histórica batalla fueron la del Imperio alemán y la del Reino Unido de la Gran Bretaña. La primera estaba comandada por el vicealmirante Reinhard Scheer y la segunda por el almirante Sir John Jellicoe.
Con cinco acorazados, los alemanes planearon distraer a la flota británica mientras se posicionaban con toda sus naves para acabar con ella. Por suerte, el servicio británico había interceptado comunicados alemanes y se percató de la magnitud del peligro que enfrentaba su armada: un comunicado alemán del 28 de mayo daba la orden de partida a todos los barcos el 30 de mayo. No todos los mensajes pudieron ser descifrados pero ese bastó para poner en acción a los británicos. El 30 de mayo partieron naves al mando de Jellicoe para apoyar a David Beatty, cuya flota se encontraba en esos momentos en altamar.
El 31 de mayo tuvo lugar la primera escaramuza en altamar. Beatty decidió cambiar el rumbo de su flota y se dirigió a donde estaba el grueso de la flota británica, los alemanes lo siguieron y las dos armadas quedaron confrontadas. Doscientas cincuenta naves se lanzaron a la batalla que comenzó poco después de las seis de la tarde y terminó a las ocho y media de la noche, teniendo como resultado el hundimiento de catorce naves británicas y once alemanas con fuertes pérdidas humanas para ambos bandos.
El comandante Jellicoe trató de poner cerco a la flota de Scheer e impedirle que tocara la costa y se pertrechara, obligándolo de esta manera a continuar la batalla por la mañana con menos armamento disponible. Sin embargo la noche vino en ayuda de la flota alemana que logró cortar el bloqueo impuesto por Jellicoe, regresando a puerto.
Las dos armadas reclamaron el triunfo y aunque los británicos tuvieron más pérdidas en vidas y barcos cumplieron el cometido de evitar que Scheer destruyera la flota de Beatty. A pesar del descalabro que representó el hecho para los alemanes, su presencia en el Mar del Norte no disminuyó, pero creció la vigilancia que se ejercía sobre ellos. El imperio alemán abandonó la idea de una flota poderosa y prefirió destinar el grueso de sus recursos para desarrollar una armada submarina.
En total , el Reino unido participó con 16 acorazados,5 cruceros de batalla, 6 pre-dreadnoughts, 11 cruceros ligeros y 61 torpederos mientras que los alemanes tenían 28 acorazados, 9 cruceros de batalla, 8 cruceros acorazados, 26 cruceros ligeros, 78 destructores, 1 barco minador y un portaaviones.
Gran Bretaña, por su parte perdió 2.551 marinos, 507 resultaron heridos y se hundieron un crucero de batalla, un pre-dreadnought, 4 cruceros ligeros y 5 torpederos. Alemania tuvo 6.094 muertos, 510 heridos, 177 de sus soldados fueron hechos prisioneros y los británicos le hundieron 3 cruceros de batalla, 3 cruceros acorazados y 8 destructores.
La batalla de Jutlandia también tuvo un impacto significativo en la moral de las tropas y en la percepción pública de la guerra. En Alemania, la batalla fue presentada como una victoria decisiva, a pesar de las pérdidas sufridas. Esto se debió en gran medida a la habilidad de la flota alemana para escapar del cerco británico y regresar a puerto. Sin embargo, esta percepción cambió con el tiempo a medida que se hizo evidente que la flota alemana no había logrado su objetivo de romper el bloqueo naval británico.
En el Reino Unido, la reacción inicial fue de consternación y desilusión. La Royal Navy había sufrido pérdidas significativas y no había logrado destruir la flota alemana. Sin embargo, con el tiempo, se reconoció que la batalla había logrado su objetivo estratégico de mantener el bloqueo naval de Alemania, que finalmente resultó ser un factor decisivo en la victoria aliada en la Primera Guerra Mundial.
En términos generales se considera que la batalla de Jutlandia fue representó un triunfo alemán en cuanto a tácticas de guerra, dado que perdió menos barcos y sus fuerzas minaron más a la armada británica con una artillería más eficaz y con mayor habilidad en movimientos nocturnos. Pero también fue un triunfo para los británicos que al final del enfrentamiento seguían incólumes y con posibilidades de seguir peleando a pesar de las bajas, mientras que los alemanes tuvieron que huir, causando la desmoralización de sus tropas.