Jacobo II de Inglaterra
Nació el 14 de octubre del año 1633 en el Palacio de St. James (Londres). Era hijo del rey Carlos I de Inglaterra, ejecutado por orden de Cromwell, en 1649, y de Enriqueta María de Francia. Este matrimonio tuvo nueve hijos en total, siendo Jacobo, el cuarto. El hijo mayor, Carlos Jacobo murió al nacer, y luego, antecedían a Jacobo, Carlos y María.
Como segundo varón en la línea sucesoria, luego de su hermano Carlos, le correspondió el título de duque de York. Cuando tenía 16 años, los parlamentarios puritanos ejecutaron a su padre, instaurándose en Inglaterra un gobierno republicano.
Los partidarios de la monarquía no aceptaron sin rebeldía la nueva forma gubernamental, y coronaron como su rey a Carlos, hermano mayor de Jacobo, como Carlos II, en 1651, en Escocia, siendo reconocido como rey por escoceses e irlandeses, pero fue perseguido por los ingleses, y ambos hermanos, huyeron a Francia.
Jacobo estuvo a las órdenes de vizconde de Turena en el ejército francés, pero luego pasó a pelear para España, bajo las órdenes de Luis II, príncipe de Condé.
El 24 de noviembre de 1659, Jacobo se casó en secreto, en la ciudad de Breda (Holanda) con la hija del consejero del rey Carlos II en el exilio, de nombre Ana Hyde.
En 1660 se produjo la vuelta a la monarquía con el deceso de Cromwell, y ambos hermanos regresaron a Inglaterra, para hacerse cargo Carlos II, del trono.
Ese mismo año, Jacobo fue nombrado en Escocia duque de Albany, y el 3 de septiembre formalizó su unión matrimonial en Londres, cuando ya estaba por nacer su primogénito, de un total de ocho hijos, que nacerían de esa unión. El último día del año 1660, el rey de Francia, Luis XIV, lo designó duque de Normandía.
Estuvo a cargo de la Marina Real, combatiendo contra Holanda, recuperando territorios que en su honor tomaron el nombre de Nueva York y Nueva Amsterdam (Actualmente en Estados Unidos).
Ana Hyde se convirtió al catolicismo a pesar de la oposición de su familia, y Jacobo II hizo lo mismo, poco después. El rey Carlos II toleró esa decisión pero exigió que las dos hijas sobrevivientes del matrimonio, María y Ana, fueran protestantes. Sin embargo, en el Parlamento, se impuso la aplicación del Test Act, revocación de derechos civiles y políticos para los no anglicanos, obligando a quienes ejercieran cargos públicos, civiles o militares a recibir la comunión de la iglesia anglicana. Jacobo renunció a su cargo de Gran Lord Almirante en la Marina Real, pero siguió fiel al catolicismo.
El 31 de marzo de 1671, el cáncer le arrebató a su esposa Ana, de 34 años, que casi dos meses antes había dado a luz a Catalina, su octava hija.
El rey francés Luis XIV, organizó el casamiento entre Jacobo y María de Módena, una ferviente católica, de cuya unión, aspiraba el soberano francés naciera un descendiente católico para la corona inglesa.
El 30 de septiembre de 1673, se celebró la boda por poder, en Módena, y luego (21 de noviembre) se realizó formalmente el matrimonio en la ciudad de Dover (condado de Kent) ubicada al sureste de la ciudad de Londres. Los ingleses desconfiaron de esta nueva esposa de Jacobo, y hasta la consideraron una espía del Papa Clemente X.
En 1677, María, la hija protestante de Jacobo se casó con Guillermo III de Orange, príncipe protestante, pero los anticatólicos siguieron mirando con recelo a Jacobo, a quien acusaron de perpetrar una conspiración para asesinar al rey (su hermano) para apoderarse del trono (“Complot Papista”). Para evitar mayores problemas se exilió en Bruselas, siendo nombrado en Escocia Alto Lord Comisionado, instalándose en Edimburgo, mientras en Inglaterra se tramaba, por parte del Parlamento (los Whigs liberales, mientras los Tories, conservadores, no deseaban la exclusión) excluirlo de la sucesión de su hermano, que aún no tenía herederos. El rey, para evitar la exclusión de su hermano, disolvió el Parlamento.
Jacobo retornó a Inglaterra en el año 1682, y un año más tarde fue junto a su hermano objeto de una conspiración protestante, que pretendía asesinarlos. En 1684, volvió a ocupar el cargo de Gran Lord Almirante.
El 6 de febrero de 1685 murió el rey Carlos II, sin hijos legítimos, aunque ilegítimos tuvo aproximadamente 14. Antes de morir, se convirtió al catolicismo. Le sucedió su hermano, como Jacobo VII de Escocia, y Jacobo II, de Inglaterra e Irlanda.
Jacobo Scott, duque de Monmouth, uno de los hijos ilegítimos de Carlos II, y pretendiente del trono, organizó una rebelión para tomar la corona, pero fue derrotado y ejecutado, junto a todos sus seguidores. Creó entonces, el rey, para su seguridad, un ejército poderoso a cargo de católicos, y el Parlamento durante su reinado no fue convocado. Durante su reinado absolutista se aplicaron los llamados “juicios sangrientos” despiadados, contra sus opositores.
Logró que el “Test Act” fuera dejado de lado, ocupando cargos públicos numerosos católicos, y recibió en Londres al nuncio papal. La oposición creció, incluyendo a los Tories, que antes estaban de su lado.
Sin embargo, siguió imponiendo su posición a favor del catolicismo, suspendiendo al Obispo de Londres, Enrique Compton, opositor declarado del catolicismo, desplazó a anglicanos de importantes cargos públicos, y dictó en 1687 la Declaración de Indulgencia, que dejó sin efecto las sanciones por motivos religiosos, que fue obligada a ser leída en las iglesias anglicanas, y permitió a los católicos ocupar cargos en la Universidad de Oxford. Ese mismo año el Parlamento fue disuelto para siempre.
Jacobo Francisco Eduardo, hijo de los reyes de Inglaterra, nació el 10 de junio de 1688, creando el peligro de una sucesión católica en Inglaterra. El yerno protestante de Jacobo II, Guillermo de Orange fue convocado el 30 de junio de 1688, con su ejército, por los protestantes ingleses, y el 5 de noviembre de 1688 invadió Inglaterra, quedando el rey sin apoyo por parte de la mayoría protestante de su país, incluyendo a su hija Ana.
El pequeño Jacobo Francisco Eduardo logró huir en brazos de su madre hacia Francia. Jacobo II intentó hacer lo mismo, pero fue capturado en Kent, aunque en Diciembre pudo escapar hacia Francia, junto a sus seguidores o “jacobistas”, considerando la Convención Parlamentaria, convocada por el Príncipe de Orange, que el monarca al huir había abdicado la corona de hecho.
Tras la llamada “Revolución Gloriosa” El trono fue ocupado por María, la hija mayor protestante de Jacobo, y por su esposo, Guillermo III, quienes otorgaron un Acta de Derechos, que ratificó a lo dispuesto por la Convención en cuanto a la abdicación de Jacobo II, quitándole derechos sucesorios al hijo de éste y de María, y restableciendo los impedimentos y persecuciones a los católicos.
En marzo de 1689, con un ejército francés, el depuesto Jacobo entró en Irlanda, donde contaba con el apoyo parlamentario. Sin embargo fue derrotado y debió huir hacia Francia, donde recibió el apoyo pleno de Luis XIV, que le ofreció incluso, el trono de Polonia, propuesta rechazada por Jacobo.
Murió el 16 de septiembre del año 1701 en Saint-Germain-en-Laye (París) a causa de una hemorragia cerebral.