Jacobo I de Inglaterra
Nació como Carlos Jacobo Estuardo, Duque de Rothesay, en Edimburgo (Escocia) el 19 de junio de 1566. Fueron sus católicos padres, la reina de Escocia, María I Estuardo y el duque de Albany, Enrique Estuardo, primos entre sí, y ambos descendientes de Enrique VII de Inglaterra. Sus padrinos eran Carlos IX de Francia, en cuyo honor llevó su segundo nombre, e Isabel I de Inglaterra.
Cuando contaba con tan solo un año de edad, fue rey de Escocia, en circunstancias familiares muy penosas. Su madre fue sospechada de instigar la muerte de su padre y de la amante de éste, posiblemente en venganza porque su marido había matado a su favorito y secretario, David Rizzio en marzo de 1566.
Encarcelada, fue obligada a abdicar en favor de su hijo, quien gobernó a través de regentes, tomando el nombre de Jacobo VI como soberano de Escocia, al ser coronado a los 13 años. El primer regente fue Jacobo Estuardo, conde de Moray, hermanastro ilegítimo de su madre, y el último Lennox, que fue acusado de tener relaciones amorosas con el rey, a quien los nobles obligaron a desterrarlo en 1581, año en que Jacobo se hizo cargo efectivo del mando de Escocia.
Fue criado en el castillo escocés de Stirling, por los condes de Mar, quienes le brindaron una educación estrictamente protestante a pesar de que sus padres lo habían bautizado como católico. El 8 de febrero de 1587, su madre fue ejecutada, durante el reinado de Isabel I, su prima, la reina protestante de Inglaterra, acusada de traición para apoderarse del trono inglés.
En el año 1589, Jacobo se casó por poder, con Ana, hija del rey dinamarqués Federico II, con quien convivió hasta 1606, teniendo nueve hijos, de los que sobrevivieron a la niñez, solo tres.
Cuando murió Isabel I, de la dinastía Tudor, sin hijos, Jacobo fue coronado rey de Inglaterra e Irlanda en el año 1603, iniciando en Inglaterra la dinastía de los Estuardo, lo que había querido impedir Enrique VIII que había excluido a los Estuardo de la sucesión inglesa. Jacobo VI de Escocia, tomó el nombre de Jacobo I de Inglaterra al asumir el 25 de julio de 1603, dos estados a los que trató infructuosamente de unir.
El 28 de agosto de 1604, a través de sus ministros Robert Cecil y Henry Howard, pudo firmar la paz con España.
En Inglaterra debió afrontar en 1605 el complot de la pólvora, contra él, su familia y los nobles protestantes, por parte de un grupo de católicos apostólicos romanos ingleses, hostigados por las persecuciones de Jacobo I, que en un primer momento había intentado abolir las penas de multas contra los católicos que regían desde el reinado de Isabel I, pero luego las restableció, pues el creciente número de católicos hacía peligrar la estabilidad de su reinado.
Contribuyó al apogeo cultural de su país sobre todo en el ámbito literario, donde él también se destacó como poeta y escritor, formado desde su niñez, por el profesor George Buchanan, quien se ocupó esmerada y autoritariamente de su educación. Fomentó y estimuló financieramente a destacados símbolos de la literatura universal, como William Shakespeare y Francis Bacon. Era opositor a las brujerías, y escribió sobre este tema un libro denominado “Demonología”.
Partidario del absolutismo monárquico como forma de gobierno que otorgaba al rey poder absoluto emanado de Dios, sostuvo que el Creador, eligió a los reyes como personas superiores a otras, y por encima de las leyes, pero que debían gobernar con justicia, pues estarían sometidos al castigo de Dios.
No aconsejaba convocar al Parlamento salvo en raras ocasiones, si se necesitaran leyes nuevas. En su gobierno se enfrentó a este organismo, por los elevados impuestos que aplicó, y los reclamos de mayores atribuciones. Esto se contradecía con la política de su antecesora, Isabel I, donde la Cámara de los Comunes había alcanzado notable prestigio y poder, siendo leales a la Corona, aunque siempre reclamaron más derechos. El conflicto entre rey y Parlamento se presentó en el reinado de Jacobo I. Los miembros del Parlamento eran decididamente anticatólicos, y reclamaban del Rey que no realizara les realizara concesiones. Jacobo I reunió al Parlamento solo cuatro veces, cuando necesitó que se voten nuevos impuestos
De esta época (1611) data la King James Version, traducción oficial de la Biblia de la iglesia anglicana, de la versión en griego. Esta fue una de las pocas concesiones que realizó a los puritanos, protestantes radicales que querían una reforma sustancial en la iglesia inglesa, adaptándola estrictamente a los principios de Calvino, pero que no causaba simpatía en el soberano al querer limitarle su poder.
Enrique de Navarra lo denominó como “el loco más sabio de toda la cristiandad” ya que a pesar de su sapiencia no pudo entender los reclamos de su pueblo. Se rodeó de favoritos, mostrando claras tendencias homosexuales. Uno de ellos, llamado Villiers, llegó a ejercer enorme poderío, y a concedérsele el título de duque de Buckingham.
En el año 1618 estalló la guerra de los treinta años en el Sacro Imperio Romano Germánico que enfrentó a católicos y protestantes. Jacobo I obtuvo el apoyo del Parlamento para ayudar a los protestantes alemanes, estando su hija Isabel, casada con el elector Palatino Federico, mientras reinaba el católico Fernando II, contra quien se rebelaron los protestantes de Bohemia, en 1819, para tratar de coronar a Federico, que logró asumir por poco tiempo, al ser derrotado, sin contar con el apoyo de su suegro, que prefirió no colaborar para no ponerse en oposición de los estados católicos, lo que frustraría la posibilidad de un casamiento que estaba arreglando entre su hijo Carlos y la princesa de España, que finalmente lo rechazó, surgiendo así hostilidades contra España. Finalmente, Carlos contrajo enlace con una princesa francesa.
Jacobo I falleció en Theobalds House, al sureste de Inglaterra, el 27 de marzo de 1625, siendo sucedido por su hijo Carlos I, que debió sufrir la guerra civil inglesa, que terminó con su vida, a los 49 años.