Carlos I de Inglaterra
Carlos I de Inglaterra o Charles I of England, nace en Dunfermline, Escocia, el 19 de noviembre de 1600. Fue en Londres, Palacio de Whitehall que sus padres lo vieron nacer, me refiero a Ana de Dinamarca y Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra. Llegó a reinar Inglaterra, Irlanda y Escocia a partir del 27 de marzo de 1625 hasta el año 1649 cuando fue ejecutado.
Se lo caracteriza como con problemas en su desarrollo ya que por ejemplo, a los tres años de edad aún no hablaba ni caminaba bien además de tener una salud frágil.
Siempre fue la sombra de su hermano mayor quien sí estaba bien catalogado, Enrique Federico, príncipe de Gales. Carlos intentaba parecerse a él sintiendo una admiración por él. En 1603 Carlos es nombrado duque de Albany en Escocia y luego en 1605 se lo nombra duque de York en Inglaterra.
Enrique, su hermano muere repentinamente de una enfermedad (tifus) en 1612 y es allí que Carlos se convierte en heredero del trono siendo nombrado duque de Cornualles. Recién en noviembre de 1616 es nombrado príncipe de Gales y conde de Chester.
Carlos estuvo influenciado bastante por el primer duque de Buckingham, George Villiers. En este sentido, ambos viajaron a España en 1623 con el objetivo de lograr un matrimonio con la hija menor del rey de España Felipe III, la infanta María Ana. Al exigírsele por parte de la corona española la conversión al catolicismo para hacer efectiva la unión debieron retornar con las manos vacías. Al retornar a Inglaterra demandaron al rey Jacobo una declaración bélica contra España.
En su estadía en España, Carlos comenzó a interesarse por el arte, iniciando así una afición apasionada que luego, en su mandato como rey lo llevó a gastar grandes sumas de dinero en el arte lo cual lo llevó a perder una gran popularidad.
El rey Jacobo ya bastante viejo y en estado semi senil, influenciado por sus consejeros protestantes solicita al parlamento fondos para la guerra así como también la sanción de la unión entre el príncipe de Gales y la princesa Enriqueta María de Francia que había sido conocida por Carlos al retornar desde España hacia Inglaterra. Ya durante su último año de mandato (el de Jacobo) el poder real fue llevado adelante por Carlos y el duque de Buckingham ya que las relaciones con el parlamento estaban ya tensas debido a discrepancias con las políticas llevadas a cabo.
Al morir Jacobo I el 27 de marzo de 1625 Carlos toma la corona y el 1 de mayo se casa con Enriqueta María de Francia. Su mala relación con el parlamento se profundizó cuando se casa ya que el parlamento se oponía al mismo en virtud de que al ser católica se temía que Carlos levantara las restricciones impuestas a los católicos romanos. Si bien Carlos aseguró que no haría esto mintió ya que justamente esa acción había sido acordada con su primo el rey Luis XIII de Francia. La corona de Carlos se oficializa el 2 de febrero de 1626 y para no levantar polvareda su esposa no está junto a él durante este acto.
La oposición era creciente en el parlamento y cámara de los Lores contra Carlos ya que éste desestimaba las decisiones de éste cuando no eran admitidas sus propuestas llegando a disolverlo en 1625 y a tratar de encarcelar a sus opositores con medidas y procedimientos fuera de la ley. Su preocupación por la política exterior determinó las discrepancias pero sobretodo las formas de actuar del rey lo llevaron a una tensa situación que no le sería favorable en el largo plazo.
La guerra en España no tuvo buenos resultados y sus solicitudes de fondos para emprender travesías en América en busca de riquezas le eran cada vez más difíciles de conseguir por la vía legal por lo que terminó actuando por fuera de la misma. Es así que nuevamente en 1626 disuelve el parlamento.
Cuanto mayor oposición tenían sus propuestas más aumentaba su autoritarismo y acciones arbitrarias encarcelando opositores y llevando a cabo acciones que bajaron más aún su popularidad. Además la guerra contra España y Francia seguía bajando los fondos del reino gastando cada vez más.
Esto desembocó a la tiranía absoluta de Carlos que durante once años rompió su relación con el parlamento y debido a esto debió firmar la paz con Francia y España ya que no iba a obtener más fondos para seguir con estas guerras. Esta tiranía de todas formas en aquella época era facultativa del rey por lo que no estaba tan mal vista por los súbditos, es decir, el hecho de gobernar sin el parlamento.
Sus acciones impopulares se reafirmaron cuando incrementó los impuestos apelando a nuevos y viejos de éstos que se encontraban obsoletos a fin de incrementar las arcas de la corona.
La política religiosa también fue autoritaria persiguiendo a los puritanos y reformando la religión por parte de William Laud, nuevo arzobispo de Canerbury en 1633. Se intentó en este sentido la uniformidad religiosa por medio de la Corte de Alta Comisión y la Corte de la Silla de Estrella. Medidas éstas realmente autoritarias que incluían persecución y torturas.
En 1639 tuvo un intento frustrado de recaudar más fondos de sus súbditos al comenzar la Guerra de los Obispos ya que los primeros se negaron a pagar más dinero terminando la guerra con una tregua ofrecida por Carlos que tuvo carácter de humillante. Allí tuvo que conceder a los súbditos escoceses libertades civiles y eclesiásticas.
Entre convocatorias y nuevas disoluciones del parlamento pautadas por la oposición que éste le planteaba más allá del apoyo del sector conservador del mismo, se destaca en el año 1641 la aprobación de el llamado Acto Trienal. En éste se determina que el parlamento debía ser convocado al menos una vez en tres años y podrían reunirse por sí mismos de no ser convocados. Fue una conquista democrática dentro de la monarquía autoritaria. Poco a poco fue cediendo más y más peticiones del parlamento que fue revirtiendo la normas autoritarias e impuestos que habían sido establecidos de forma ilegal por el rey. Hasta debió autorizar la ejecución de cercanos consejeros como Thomas Wentworth y William Laud.
La brecha entre el parlamento inglés y el rey se pronunció cuando el primero comenzó una campaña de denuncias contra Carlos por todos los atropellos e ilegalidades llevadas a cabo durante su reinado. Fue así que se fueron acumulando las condiciones para la revolución inglesa. Carlos tenía en 1642 el control de la zona norte y oeste de Inglaterra y el parlamento controlaba Londres y el sur. La guerra civil comenzó el 25 de octubre de 1642 terminando con la entrega y derrota de Carlos por parte de los presbiterianos que acordaron con el parlamento esta entrega.
La segunda guerra civil advino cuando Carlos logra acordar con los presbiterianos escoceses e invaden Inglaterra pero fueron derrotados finalmente en la batalla de Preston en agosto de 1648.
El 30 de enero de enero de 1649 Carlos es decapitado luego de que se le solicitara en varias oportunidades la súplica a la cual se negó y por mandato del parlamento se llevó a cabo un hecho sin precedentes declarando que no existe hombre por encima de la ley.