Personajes de la Revolución Francesa
La Revolución francesa de 1789, enfrentó fundamentalmente al tercer estado francés contra el poder real y la nobleza, pero dentro del mismo sector revolucionario, se distinguieron los radicales jacobinos y los moderados girondinos. Trataremos de desentrañar, quiénes protagonizaron este trascendental acontecimiento histórico y el papel que desempeñaron.
Dentro de la realeza, oponiéndose a los ideales liberales, y aferrados a la concepción absolutista del poder encontramos a:
LUIS XVI, rey de Francia (1754-1793). Entre los años 1774 y 1791, fue rey de Francia y de Navarra, asumiendo a la edad de 20 años, sucediendo a su abuelo Luis XV, y rey de Francia desde 1791 hasta 1792. Su educación fue celosamente cuidada, habiendo estudiado inglés, arte y ciencias. Sin embargo no pudo sanear la conflictiva situación política, social y económica, que le tocó vivir, dejando el manejo del estado en manos de terceros, dedicándose a la equitación y a la cacería.
Contrajo enlace el 16 de mayo de 1770 con María Antonieta de Austria, mujer codiciosa y lujuriosa que obtendría el desprecio de su pueblo. Con ella tuvo cuatro hijos (María Teresa, Luis José, Luis Carlos y María Sofía). Debió convocar a los estados generales ante la presión popular, ya que al intentar cobrar impuestos a la nobleza, para sanear el debilitado estado francés, este privilegiado sector que nunca los había abonado, opuso resistencia y exigió la reunión de ese organismo, con la esperanza de que al votarse por estado, constituidos por la nobleza, el clero y el estado llano o tercer estado, los dos primeros se unirían para votar en contra de la imposición. Hasta ese momento sólo el tercer estado contribuía impositivamente.
El tercer estado se separó de los estados generales formando la asamblea Nacional. Tomaron la Bastilla y Luis XVI y su familia debieron abandonar Versalles, instalándose en las Tullerías. Condenado por conspiración, fue ejecutado el 21 de enero de 1793.
La reina de Francia, MARÍA ANTONIETA (1755-1793). Era la esposa del rey Luis XVI, y sumamente impopular, rodeada de cortesanos intrigantes. Dedicada al juego y a otros placeres mundanos, en el Trianón, palacio obsequiado por su marido, invirtió gran parte del erario público. En julio de 1785, protagonizó el conocido “escándalo del collar”, donde se le reclamó el pago de un collar de diamantes por ella encargado. La reina acusó al cardenal de Rohan, de haberla involucrado, siendo ella inocente, tras lo cual el Parlamento condenó a unos aventureros. Fue encarcelada y condenada a muerte por alta traición, por el Tribunal revolucionario, el 16 de octubre de 1793.
CHARLES-PHILIPPE, CONDE DE ARTOIS (1757-1836), era el hermano menor de Luis XVI, siendo uno de los máximos exponentes de la contrarrevolución. Debió exiliarse a Gran Bretaña, antes de la toma de la Bastilla, y luego de la revolución, asumió como rey de Francia, con el nombre de Carlos X, entre los años 1824 y 1830, siendo el último rey de la dinastía borbónica francesa.
En el sector revolucionario, se destacaron:
MAXIMILIEN ROBESPIERRE (1758-1794), estudió leyes y fue admitido como abogado en el Tribunal de Arrás en 1771. Representó como diputado al tercer estado, en los Estados Generales de 1789. Radical en sus conceptos, cuidadoso en su aspecto personal, seguidor de Rousseau, fundó el club de los jacobinos, llamado así por sesionar en el recinto de los monjes jacobinos, implantando en Francia el “gobierno del terror”, integrando el Comité de Salvación Pública, creado el 6 de abril de 1793, guillotinando a sus opositores. Lo apodaron “El Incorruptible” y murió ejecutado por los moderados girondinos en 1794.
GEORGE JAQUES DANTON (1759-1794). Estudió Derecho en Reims, siendo abogado en el Consejo del Rey en 1787.
En 1790, fundó el Club de los Cordeliers, llamado así por radicarse en el convento de los Cordeliers, junto con Marat y Desmoulins entre otros, siendo elegido presidente. Con ideas semejantes a las de los jacobinos, pero aún más radicales, incluyen a los indigentes entre sus miembros.
Danton debió exiliarse en Inglaterra desde donde regresó en 1791, siendo miembro de la Comuna, formó parte del Consejo del Gobierno, adquiriendo un enorme poder.
Se opuso a Robespierre, al no estar de acuerdo con el gobierno del terror y buscar la pacificación de Francia, mediante el entendimiento entre girondinos y jacobinos. Víctima de las intrigas de Robespierre, acusado de “enemigo de la República” fue guillotinado el 5 de abril de 1794.
JEAN PAUL MARAT (1743-1793), científico, periodista y político, integró el club de los jacobinos. Publicó notas periodísticas atacando a los poderosos, como “El amigo del pueblo” lo que le acarreó como consecuencia un mes en prisión durante 1789. Se opuso fervientemente al absolutismo monárquico y a los revolucionarios moderados, siendo el propulsor de muchas de sus muertes. Integró el club de los Cordeliers, debiendo refugiarse en Londres periódicamente.
Fue asesinado por la aristócrata girondina, Charlotte Corday, quien lo apuñaló en el pecho. Ella fue juzgada y guillotinada por su muerte.
EMMANUEL JOSEPH SIEYÈS (1748-1836) representante del tercer estado, publicó en enero de 1789, un panfleto cuyo título era “¿Qué es el tercer estado?” Donde planteaba tres preguntas seguidas de sus correspondientes respuestas:
¿Qué es el tercer estado? Todo.
¿Qué ha sido hasta ahora en el orden político? Nada.
¿Qué pide ser? Algo.
Bregó a favor de la constitución y votó a favor de la muerte de Luis XVI. Este eclesiástico, de ideas liberales pero que defendió las tierras de la iglesia, no fue víctima de la revolución, aunque sufrió el exilio.
JEANNE-MARIE ROLAND (1754-1793) revolucionaria girondina, condenada a muerte que al subir al patíbulo, expresó: “Ah, libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre”. Defendió a su esposo, Jean-Marie Roland, también girondino, cuando fue acusado, y éste al enterarse de la ejecución de la condena de su esposa se suicidó.
JACQUES RENÉ HÉBERT (1757-1794) fue miembro del club de los Cordeliers, a partir de 1791, siendo sus ideas antimonárquicas y anticlericales, además de antigirondinas. Fue uno de los ideólogos del gobierno del Terror y sus acciones fueron más crueles aún que las de Robespierre, al que calificó de conservador. Murió en la guillotina al igual que su esposa, una ex religiosa, de nombre Marie Marguerite Françoise Hébert.