Luis XIII
Nació el 27 de septiembre de 1601 en el palacio de Fontainebleau. Fueron sus padres, Enrique IV, primer rey Borbón de Francia, nacido católico pero luego convertido al calvinismo por su madre, y su segunda esposa, María de Médicis, siendo Luis el mayor de seis hermanos legítimos. Su padre también le dio hermanos ilegítimos, al menos once, que se criaron junto a él en el castillo de Saint-Germain-en-Laye. En 1609 fijó su residencia en el Louvre, para aprender junto a su padre, los deberes como sucesor real.
No fue demasiado amante del conocimiento literario ni científico, aunque sí del artístico, mostrando placer por el dibujo y la música. Le agradaba la caza y el manejo de las armas.
El 14 de mayo de 1610, Enrique IV fue asesinado, y la corona recayó en su hijo legítimo mayor, Luis, que asumió como Luis XIII, contando con tan solo 9 años, ejerciendo la regencia, su madre. En 1614 se lo proclamó mayor de edad, pero en virtud de su timidez y fragilidad, su madre, que nunca le prestó demasiada atención, no le permitió gobernar, asumiendo las decisiones los favoritos y esposos entre sí, Leonora Dori, mariscala de Ancre y hermana de leche de María de Médicis, y Concino Concini, marical de Ancre.
Relegado a un segundo plano, Luis XIII creció desconfiado y retraído. Su madre arregló su matrimonio, cuando tenía 14 años, con María de Austria, hija de Felipe III de España y de Margarita de Austria, de su misma edad, el 21 de noviembre de 1615, con el objetivo de lograr la paz con España. En 1616, el favorito de la reina nombró nuevos ministros, entre ellos al cardenal Richelieu
Cansado de ser menospreciado, Luis XIII ordenó el asesinato de Concino Concini lo que aconteció el 24 de abril de 1617. Leonora Dori, acusada de brujería fue decapitada, y su madre, María de Médicis, fue exiliada en la ciudad de Blois (Francia). El duque Albert de Luynes, va a estar junto a Luis XIII gobernando realmente, como su favorito, (lo había ayudado a preparar la muerte de Concini) ante el descontento popular, que si bien no querían a María de Médicis y sus favoritos, tampoco deseaban este nuevo, que tampoco sabía conducir el estado.
María de Médicis logró escapar del exilio en el año 1619, y se enfrentó a su hijo con un ejército, llegando ambos a un acuerdo, por el Tratado de Angulema, en el que la madre recibió Angers y Chinon, ciudades cercanas al Loira, pero sin permitírsele inmiscuirse en el gobierno. La reina siguió enfrentada a su hijo por el poder político, y logró reinsertarse en la Corte francesa en el año 1620.
Luis XIII se opuso a los protestantes defendiendo el catolicismo, realizando campañas, en una de las cuales falleció su favorito, Luynes, de escarlatina. Se rodeó de ministros incompetentes, hasta que por influencia de su madre, aceptó hacer ingresar como consejero al cardenal Richelieu en el año 1624. Richelieu combatió las rebeliones protestantes, puso orden en la administración pública, y en política exterior se enfrentó con la casa de los Habsburgo.
La monarquía fue fortalecida por Richelieu en detrimento e la nobleza, antecedente de lo que sería el apogeo absolutista de Luis XIV. Entre los Grandes a quienes debió combatir, estaba el hermano menor del rey, Gastón de Orleáns. Se fortalecieron los cargos de los cuatro secretarios de estado, y los intendentes provinciales se ocuparon de dirigir los ejércitos y administrar ciudades. Las posesiones protestantes en las ciudades de Montpellier, Montauban y La Rochela, al ser tomadas por los ejércitos reales, debilitaron todo poder protestante.
Asignó a los oficiales del culto católico una paga a cargo de los obispos. Nombró a San Vicente de Paul, limosnero real, ayudándolo en sus congregaciones y ayuda a campesinos y necesitados, y haciéndolos censar para conocer su número y situación, creando una oficina con este fin. Terminó la construcción del Puente Nuevo que cruza el río Sena, y restableció en París, la escuela de los Jesuitas.
Organizó una gran armada para enfrentarse a España, Inglaterra y las Provincias Unidas, además de incrementar el comercio colonial.
Entre 1618 y 1648 Francia se involucró indirectamente en la Guerra de los Treinta Años contra la casa de los Habsburgo.
En 1635 Francia declaró la guerra a España, a pesar de que la reina era española, y Luis XIII en varias ocasiones estuvo al frente de sus tropas, con grandes éxitos. Bearn (en los Pirineos), Navarra (al norte de España) Cataluña (al nordeste de España), Saboya, el Pìamonte, una zona de Lombardía, Perpiñán (al sudeste de Francia), el Condado de Rosellón, Hainut y Lorena fueron ocupadas por los franceses. En 1640 el ejército francés reunía 160.000 hombres.
En 1638, el matrimonio real luego de separaciones, intrigas, infidelidades por parte de la reina, conspiraciones y reconciliaciones, tuvieron al fin a su primogénito que se convertiría en sucesor de su padre, como Luis XIV. Dos años después fue padre de un segundo niño, Felipe, duque de Orleans
La popularidad de Richelieu comenzó a deteriorarse, y antes de fallecer recomendó para su sucesión al cardenal Mazarino, diplomático papal, que asumió como Primer Ministro francés, el 5 de diciembre de 1642.
El 14 de mayo de 1643, terminó la existencia de Luis XIII, apodado “El Justo”, por su moderación, y vida sencilla y virtuosa, víctima de una afección intestinal inflamatoria, en Saint-Germain-en-Laye.