Luis Felipe de Orleáns
Nació en París, el 6 de octubre de 1773. Era hijo de Luis Felipe II (Luis Felipe José Duque de Orleáns) y de Luisa María Adelaida de Borbón-Penthièvre.
En 1809 se unió en matrimonio con María Amalia de Borbón-Dos Sicilias, hija de Fernando I, Rey de las Dos Sicillias y de María Carolina de Austria.
Había heredado de su padre, su amor por los ideales de la Revolución de 1789, habiendo pertenecido al grupo de los jacobinos desde 1791, aunque luego sus acciones lo distanciarían de esos principios.
Sufrió el exilio luego de la revolución, volviendo a París en la etapa de la Restauración, iniciada luego de la expulsión de Napoleón Bonaparte, en 1814, y la restitución en el trono de la casa de Borbón, representada por Luis XVIII y Carlos X.
Luis XVIII gobernó en el período comprendido entre 1814 y 1824. En ese año el trono fue asumido por Carlos X, quien gobernó hasta 1830.
Durante su reinado, Carlos X, debió afrontar una profunda crisis económica y la necesidad de ejercer el Poder Ejecutivo de una monarquía constitucional, establecida en la Carta de 1814, con una mayoría liberal en la Cámara de diputados. Para luchar contra tan firme oposición decidió dictar, el 25 de julio de 1830, las “Cuatro Ordenanzas”, que incluían, la disolución de la Cámara de Diputados, límites a la libertad de prensa, el otorgamiento de franquicias a las clases adineradas y nuevas elecciones inmediatas.
La reacción opositora de la prensa no se hizo esperar, arengando mediante publicaciones reaccionarias, a las oprimidas masas populares, que se levantaron contra el monarca, quien finalmente abdicó el 30 de julio de 1830.
Luis Felipe de Orleáns fue entonces, coronado Rey de los Franceses, apoyado por los sectores liberales y el resto de las naciones europeas, favorables al régimen monárquico.
Internamente, restableció el esplendor y el progreso, incorporando a Francia a la Revolución Industrial. Esto le valió el apoyo de la burguesía, que recibió poder y privilegios, aunque la clase obrera se sumía en la miseria.
Se produjo durante esta etapa el proceso de urbanización, desplazándose el centro de las actividades del campo a la ciudad, con el apogeo de las fábricas.
Sin embargo, las opiniones estaban divididas, sobre todo, la crítica provenía de su simpatía hacia la ideología de la Santa Alianza.
Ante el reclamo de la concesión del sufragio universal, y para impedir la propagación de estas ideas, restringió la libertad de prensa.
El auge de las ideas socialistas, y la opresión y el sometimiento de la clase trabajadora, hicieron aparecer grupos reaccionarios que querían expropiar a los sectores capitalistas.
En 1848, se produjo una revolución, que lo obligó a abdicar, exiliándose en Gran Bretaña, donde falleció, el 26 de agosto de 1850.