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Los Estados Generales

Publicado por Hilda

Los Estados GeneralesEn la Edad Moderna, el sistema político característico fue el del absolutismo monárquico, donde el rey, dotado de poder total, otorgado por Dios, ejercía sin límites su autoridad sobre el pueblo.

El siglo XVIII, trajo consigo nuevas ideas, y el despertar de la razón crítica llegó a su punto culminante. Ese poder irrestricto del monarca, ya no era aceptado pasivamente por los súbditos, quienes querían dejar de serlo, para detentar el poder, animados por la idea del contrato social de Rousseau, que alentaba las ideas democráticas (el poder emergía del pueblo y no de Dios)

Existía, sin embrago, en Francia, una Asamblea Consultiva, especie de Parlamento, creada a principios del siglo XIV, más precisamente en el año 1302, por Felipe IV, apodado “El Hermoso”, integrada por representantes elegidos por Asambleas de los tres estados, que además de elegir a sus representantes, realizaban peticiones en base a críticas y necesidades, redactadas en “Cuadernos de Quejas”.

Esos tres estados que constituían la sociedad (clero, nobleza y estado llano) podían ser convocados, en asuntos urgentes y trascendentes, de índole jurídico o financiero, y a esta reunión se la llamaba, Estados Generales. Cada estado poseía un voto, a pesar de no contar con el mismo número de miembros cada uno. El clero representaba al 17 % de la población, la nobleza el 2 % y el resto estaba constituido por el tercer estado o estado llano, que a pesar de reunir a la mayoría del pueblo francés, votaba en igualdad de condiciones que los otros estados que eran privilegiados. Esos privilegios consistían en que no pagaban impuestos, entre otras concesiones.

Los Estados Generales, eran una institución legitima pero no vigente ya que en la práctica no habían sido convocados desde el año 1614, en que fueron disueltos por orden de Luis XIII.

El año 1789, fue crítico para el estado francés, y el Rey creyó necesario, a efectos de sanear la economía, imponer cargas impositivas a la nobleza, convencido de que más tributos a cargo de la burguesía crearía un clima aún más hostil hacia la institución monárquica, ya criticada por este sector, alimentado por las ideas iluministas, y cansados de sostener económicamente a los otros dos grupos, que no aportaban nada al progreso nacional.

La nobleza se opuso a renunciar al privilegio de exención impositiva y exigió la convocatoria a los estados generales, institución olvidada por tantos años, que finalmente se reunió el 5 de mayo de ese año, en la ciudad de Versalles. El clero, eligió 291 diputados, la nobleza seleccionó 270, y el estado llano, 577. El tema de la votación era la imposición o no, de nuevos impuestos a la nobleza. Obviamente de votarse como hasta entonces, por estado, la nobleza votaría por el no, voto al que adheriría el clero, por compartir los privilegios. El único estado que aceptaría la carga, sería el estado llano, que por primera vez, vería como la nobleza, aportaría un esfuerzo económico al sostenimiento de la patria. El triunfo, entonces, sería para la nobleza, ya que serían dos votos contra uno, y se resolvería en contra de la aplicación de los impuestos a esa clase.

Concientes de la situación, los burgueses, exigieron que se votara por cabeza, o por persona, y así siendo más numerosos, se asegurarían el triunfo. Esto no fue aceptado, y los miembros del tercer estado, se separaron para conformar la Asamblea Nacional, preludio de la Revolución Francesa.

Así fracasó la última reunión de los Estados Generales, que llegó a conformarse en un total de 21 oportunidades, en casi cinco siglos.

La importancia de los Estados Generales en la historia de Francia no puede subestimarse. Aunque su última convocatoria en 1789 fue un fracaso en términos de alcanzar un consenso sobre la imposición de nuevos impuestos, este evento marcó el inicio de una serie de acontecimientos que cambiarían para siempre el curso de la historia francesa. La formación de la Asamblea Nacional por parte del tercer estado fue un acto de desafío directo a la autoridad monárquica y a los privilegios de los estamentos superiores, lo que sentó las bases para la Revolución Francesa.

La Revolución Francesa, que comenzó poco después de la disolución de los Estados Generales, llevó a la caída de la monarquía y al establecimiento de una república. Este periodo fue testigo de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, un documento fundamental que proclamaba la igualdad de todos los ciudadanos y la soberanía del pueblo. La Revolución también trajo consigo la abolición de los privilegios feudales y la reorganización de la sociedad francesa en torno a principios más igualitarios y democráticos.

Además, la Revolución Francesa tuvo un impacto profundo en el resto de Europa y del mundo. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad se difundieron más allá de las fronteras de Francia, inspirando movimientos revolucionarios y reformas en otros países. La Revolución también llevó a la guerra con varias potencias europeas, lo que resultó en una serie de conflictos que culminaron en las guerras napoleónicas.

La historia de los Estados Generales y su última convocatoria en 1789 es, por lo tanto, un capítulo crucial en la historia de Francia y del mundo. Representa el fin de una era de absolutismo monárquico y el comienzo de una nueva era de democracia y derechos humanos. Aunque los Estados Generales ya no existen, su legado perdura en las instituciones democráticas y en los principios de igualdad y justicia que siguen siendo fundamentales en las sociedades modernas.

La influencia de los Estados Generales también se puede ver en la forma en que las asambleas y parlamentos modernos funcionan hoy en día. La idea de que los representantes del pueblo deben tener voz en el gobierno y en la toma de decisiones es un principio que se originó en parte con los Estados Generales y que sigue siendo relevante en la política contemporánea. La lucha por la representación justa y equitativa, que fue una de las principales demandas del tercer estado en 1789, sigue siendo un tema central en las democracias actuales.