Las dinastías francesas (siglos V a XVIII)
Una dinastía, la constituyen los miembros de una familia, entre los cuales perpetúan el poder, en base a la herencia del mando.
Las dinastías francesas que se sucedieron desde la Edad Media hasta la Revolución Francesa fueron las siguientes:
Los Merovingios, descendientes de Clodoveo, rey franco, quien asumió en el año 496, convertido al cristianismo, se apoderó de la Galia, estableciendo un gobierno aristocrático, en cuyas manos el rey fue perdiendo su poder.
La dinastía Merovingia, comenzó con el reinado de Pharamond, que gobernó entre los años 420 y 428, sucediéndole Clodion (428-447), Meroveo (447-458), Childerico I (458-481) y Clodoveo I (481-511). Fallecido este último rey, el territorio se dividió en cuatro reinos, a cargo de cada uno de sus hijos: La Lutecia, le correspondió a Childeberto (511-558), el reino de Soissons le fue adjudicado a Clotario (511-561), Orleáns a Clodomiro (511-524) y Reims, fue gobernado sucesivamente, entre el año 511 y el 555 por Thierry, Teodeberto y Teodebaldo.
El último en fallecer fue Clotario, quien en esos años en que sobrevivió a sus hermanos y sucesores, unificó los reinos, que a su muerte nuevamente se fraccionaron en cuatro reinos: Australia, Neustria, París y Borgoña, con gobiernos independientes hasta el año 613, en que se unificaron bajo el reinado de Clotario II, que gobernó hasta el año 629.
Ese año asumió Cariberto II, quien gobernó hasta el año 632. Dagoberto I, asumió hasta el año 639, para dividirse el territorio ese año en dos zonas: Austrasia y Neustria, hasta el año 673, en que nuevamente se unificaron bajo el reinado de Childerico II, quien gobernó durante dos años. El último rey merovingio, fue Childerico III, extendiéndose su mandato entre los años 742-751, para iniciarse ese año, la dinastía Carolingia, llamada así por ser los sucesores de Carlomagno.
En la dinastía Carolingia, entre los años 751 y 768 gobernó el rey Pipino el Breve, sucedido por su hijo Carlomagno, quien gobernó como rey entre los años 768 y 800, siendo proclamado Emperador en el año 800 hasta el 814. Bajo su mando el imperio se extendió mucho más de lo que era la Galia romana, desde el Elba, el Theiss, el Adriático el Garellano y el Ebro. En el año 814, asumió Ludovico Pío quien fue Emperador entre los años 814 y 830, para reasumir, luego de un breve período en que gobernó Lotario I, ese mismo año, hasta el año 833 en que reasumió Lotario I, hasta el año 834, en que volvió a reinar Ludovico Pío hasta el año 840. El último rey de la dinastía Carolingia fue Luis V “El perezoso”, que gobernó entre 967 y 987.
La descendencia de Hugo Capeto, dio el nombre a la dinastía de los Capeto, que gobernó desde el año 987 hasta el año 1328, extendiendo el territorio bajo su dominio en un principio limitado a la zona aledaña a París, a casi todo el territorio francés, conquistaron el reino de Nápoles y participaron en las Cruzadas, siendo reyes sucesivamente, Hugo I, Roberto II, apodado “el piadoso”, Enrique I, Felipe I, Luis VI, Luis VII, Felipe II Augusto, quien erigió a París como capital del reino, Luis VIII, Luis IX, Felipe III, Felipe IV “El hermoso”, que trasladó la sede papal a Aviñon, Luis X, durante cuyo mando se produjo la liberación de los siervos, Juan I, Felipe V y Carlos IV «el Hermoso». Otra característica de los Capetos fue asociar a los reinados, a sus sucesores, gobernando en forma conjunta. Los nobles fueron sometidos a vasallaje.
Al fallecimiento de Carlos IV, en el año 1328, sin dejar descendencia masculina, asumió la casa de Valois, una rama de la dinastía de los Capetos, que tenía varias líneas colaterales.
Entre 1336 y 1453 se produjo contra Inglaterra, la Guerra de los Cien años. La dinastía inglesa de los Plantagenet, que habían invadido Francia, fueron derrotados en Orleáns, destacándose el espíritu y la valentía impresas en la lucha, a través de Juana de Arco. Entre 1461 y 1483, gobernó Luis XI, quien rivalizó por el poder con el Duque de Borgoña, Carlos “el Temerario”, que terminó con la muerte de éste. Luis XI, fortaleció la institución monárquica, luchando contra el feudalismo. Luego se sucedieron, Carlos VIII (1483-1498), Luis XII (1498-1515), Francisco I (1547-1559), Francisco II (1559-1560), Carlos IX (1560-1574) y Enrique III (1574-1589).
La Reforma protestante, alcanzó a Francia, que se alió a los países que se convirtieron a esa fe, a causa de su rivalidad con España. La difusión del protestantismo generó guerras civiles por cuestiones religiosas.
La dinastía de los Borbones comenzó con Enrique IV (1593-1610), sucediéndose Luis XIII (1610-1643), época en que se consolidó el absolutismo monárquico, que fue en aumento durante los reinados de Luis XIV (1643-1715), Luis XV (1715-1774) y Luis XVI (1774-1792), desembocando en la revolución francesa de 1789.