La Batalla de Waterloo
ANTECEDENTES
Napoleón fue derrotado en Rusia en el año 1814, y sus días transcurrieron a partir de entonces, en el destierro impuesto en la isla de Elba, en el que permaneció cuatro meses, al cabo de los cuales, el 26 de febrero, escapó para planificar nuevos avances contra los aliados (Gran Bretaña, Austria, Prusia y Rusia), quienes un mes más tarde se reunieron en el Congreso de Viena, para organizar la Séptima Coalición para terminar definitivamente con su accionar.
Napoleón entró triunfante en París, aclamado por el pueblo, y logró coronarse nuevamente emperador, logrando la abdicación de Luis XVIII, y estableciendo un nuevo Imperio que duraría cien días.
Al mando de 124.000 hombres partió rumbo a Bruselas, con el fin de recuperar sus territorios perdidos, que según el tratado de París, habían vuelto a los que tenía antes de 1792. Allí lo esperaban, para impedir su paso, los británicos al mando del Duque de Wellington, mientras el general prusiano, von Blücher se encaminó hacia Ligny.
Había entre prusianos y británicos disputas políticas lo que les hacía actuar por separado, lo que alentó a Napoleón a sorprenderlos en forma aislada, e impedir comunicación entre ambas fuerzas aliadas.
EL ENCUENTRO
El 15 de junio las tropas francesas estaban dispuestas en las posiciones asignadas para el ataque.
El ala derecha, a cargo del general Emmanuel de Grouchy, que atacó a los prusianos al este de Charleroy, en la ciudad de Gilly, obligando a su jefe, Blücher a dirigirse hacia Ligny. La izquierda, a cargo del mariscal Michel Ney, mientras al frente, Napoleón se dirigía a atacar a los prusianos, situados en Charleroy. Luego, el plan proseguía con las unión de las fuerzas para entrar juntas en Bruselas.
Al frente de algo más de 60.000 soldados, se dirigió Napoleón a un enfrentamiento con Blücher, al que obligó a replegarse hacia Wavre, tras la batalla de Ligny. El general Ney partió hacia Bruselas, donde estaba Wellington, produciéndose el enfrentamiento en Quatre Bras, donde los franceses fueron repelidos hacia Frasnes. Wellington se retiró hacia Waterloo, hacia donde fue perseguido por el ala izquierda de las fuerzas francesas comandadas por Ney, a las que se les unieron las tropas de Napoleón.
En ese paraje cercano a Waterloo, el día 18 de junio de 1815, se produjo el enfrentamiento. En este caso las fuerzas no eran parejas. Napoleón reunía algo más de 70.000 soldados frente al doble que poseían los aliados.
Napoleón intentó distraer a las tropas prusianas descargando su artillería contra el castillo fortificado de Hougomount, con el objetivo de desarmar sus posiciones, pero Wellington, adivinó la intención, y atacó a las tropas napoleónicas que debieron hacer intervenir a su reserva.
Cuando los jinetes de Napoleón, al mando de dÉrlon, se dirigieron hacia la parte oriental de La-Haye-Sainte, fueron detenidos y obligados a huir por la infantería de los ingleses.
La artillería francesa se descargó contra el blanco enemigo, que se ocultó aprovechando lo alto del terreno, y convenció a los franceses de que se habían retirado. Ney envió a su infantería para avanzar, pero fueron literalmente exterminados.
La Guardia Nacional intentó vencer a Wellington tras tomar La Haye Sainte, pero los británicos al mando de Maitland, impidieron el avance francés, revitalizando el poder de Wellington.
Cuando el día finalizaba, los franceses comprendieron la inminencia de la derrota, y en un ataque desesperado intentaron vencer a los británicos en la zona situada entre Hougoumont y La-Haye-Sainte, con funesto desenlace para las tropas de Napoleón, que finalizaron de ese modo con sus sueños imperialistas.
CONSECUENCIAS
La consecuencia inmediata fue la desaparición de la figura de Napoleón y su imperio, y el predominio de las potencias aliadas tras el Congreso de Viena, deseosas de restaurar el antiguo régimen del absolutismo monárquico y enfrentar toda idea liberal. Gran Bretaña, Rusia, Prusia, Austria y Francia, que había logrado restablecer en el trono a Luis XVIII, se consolidaron entre las potencias europeas. Napoleón fue confinado nuevamente a la isla de Santa Elena, pero sus ideas liberales resurgirían un tiempo después.
En este período también surgió, a partir de los resuelto en el Congreso de Viena, la Confederación Alemana, formada por 39 estados, alentada por las ideas de Metternich, donde entre otros, Prusia, Baviera, Sajonia, Hannover y Wurttemberg, se unieron al imperio austríaco, y bajo su poder.