Jean Jacques de Cambacérès
Nació al sur de Francia en la ciudad de Montpellier, el 18 de Octubre de 1735. Fueron sus padres, el alcalde Jean-Antoine de Cambacérès, y Marie-Rose de Vassal, siendo bautizado con el nombre Jean Jacques Régis.
Estudió la carrera de leyes, recibiéndose de abogado en 1771, desempeñando su profesión en su ciudad natal, desde el año 1772.
Siguiendo la tradición, ocupó el cargo que su familia venía detentando en Montpellier desde más de un siglo atrás, que era el de Consejero de las Cuentas en la Corte, en el mes de noviembre de 1774.
Cinco años después se inició en la logia masónica, impulsado por sus ideas humanistas, y en 1786 fue electo diputado por su ciudad, representando a las logias en la reunión general anual que se realizaba en el Gran Oriente de Francia.
Convocada por Luis XVI, la reunión de los estados generales, que desembocaría en la Revolución Francesa, los tres estados en los que se dividía la sociedad francesa, eligieron sus representantes, y Cambacérès, fue electo por la nobleza como uno de sus diputados, el 31 de marzo de 1789.
En el año 1791 ejerció la presidencia del tribunal de Montpellier.
Durante el gobierno de la Convención, que asumió luego del asalto a las Tullerías, que se produjo el 10 de agosto de 1792, votó a favor de condenar a la guillotina al soberano Luis XVI.
En el año 1793, fue designado por la Convención Nacional, para presidir la comisión que elaboraría un Código Civil, pero no prosperó pues no se ajustaba a los radicales principios revolucionarios, presentando un plan integral de ordenamiento legislativo el 15 de julio de 1794. Integró el Comité de Salvación Pública, que fue el gobierno a cargo del poder de hecho en Francia durante el gobierno del terror, en su última etapa (5 de noviembre de 1794 – 5 de marzo de 1795).
Poco más de un año más tarde (12 de octubre de 1795) estuvo señalizado como actuando a favor del rey en una conspiración, cuando se detuvo a un espía realista, que llevaba documentación que lo comprometía.
En virtud de la Constitución de 1795, el poder legislativo francés, se componía de una Cámara baja, llamada Consejo de los Quinientos, cuerpo que integró en 1796.
Fue nombrado en junio de 1799, en el Ministerio de Justicia y apoyó a Napoleón en su golpe de estado, el 9 de noviembre de 1799. Al establecerse el Consulado como forma de gobierno, el 12 de noviembre de ese mismo año, fue designado por el término de una década, como Segundo Cónsul de la República, cargo que desempeñó hasta 1804.
Su proyecto de Código Civil, fue la base para el dictado del Código de Napoleón, en 1804, dividido en cuatro títulos, que reunieron 36 leyes, en 2281 artículos.
El 18 de mayo de 1804, fue nombrado Archicanciller del imperio naciente y a fines del mismo año, Administrador General del Gran Oriente. Al año siguiente fue proclamado Gran Maestre en funciones masónicas, en distintas órdenes al lograrse la reapertura de las logias, creándose por su obra alrededor de 1.200, que no habían podido funcionar durante el gobierno del terror impulsado por Robespierre. Cambacérès era homosexual, y actualmente los homosexuales integrantes de distintas Grandes Logias francesas, se han reunido en una asociación a quien en homenaje a este masón revolucionario, la han denominado “Hijos de Cambacérès”.
El título de Duque de Parma le fue entregado el 18 de agosto de 1808. Entre 1813 y 1814 fue Presidente del Consejo de Regencia. Luego de la derrota francesa y la ocupación aliada, que se produjo el 31 de marzo de 1814, Napoleón abdicó, apoyada esta decisión por Cambacérès, y debió exiliarse en la isla de Elba.
Cuando Napoleón pudo retornar a Francia y establecer el Gobierno de los Cien Días en 1815, Cambacérès, ocupó la presidencia de la Cámara de los Pares y el Ministerio de Justicia. El 18 de junio de 1815, la batalla de Waterloo, sellaría definitivamente la derrota napoleónica, y por lo tanto la de Cambacérès que tuvo que partir hacia Bélgica, regresando a Francia en 1818.
Su retiro se produjo a los 79 años, y cuatro años más tarde, le fue confirmado su título honorífico de Duque, además de concedérsele la Legión de Honor.
Murió en París, a causa de un accidente cerebro-vascular, el 8 de marzo de 1824. Sus restos descansan en el cementerio de Pere Lachaise.