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Denis Diderot

Publicado por Hilda

Denis DiderotNació el 5 de octubre de 1713, en Langres (Francia), en un hogar burgués, conservador y monárquico, de padres honestos, católicos y trabajadores. Estudió con los monjes jesuitas, y luego fue desestimando su vocación religiosa, que le había sido impuesta por su familia (que quería que siguiera los pasos de su tío materno). Intentó con las ciencias jurídicas, para dedicarse, luego de obtener un título de licenciado en artes, en 1732, a escribir, y llevar una vida bohemia.

Contrajo enlace con una modesta costurera, llamada Antoinette Champiom, en 1743, de gran espíritu católico con la oposición de su padre, que intentó encerrarlo en un convento para evitar la boda. De este matrimonio tuvo cuatro hijos, de los cuales solo sobrevivió la última, de nombre Angelique.

Su vida se caracterizó por la existencia de muchos amores, como la relación que mantuvo con Madame Puisieux, a partir de 1745, escritora, y también con Sophie Volland, que fue la última, a partir de 1755, y más duradera, y con quien mantuvo un intercambio epistolar muy interesante.

En 1743 tradujo la obra de Stanyan: “la Historia de Grecia”, y entre 1746 y 1748, a Robert James, en su “Diccionario Médico”, con la colaboración de François-Vincent Toussaint y Marc-Antoine Eidous. En 1746 escribió un libro donde expuso su concepción religiosa deísta: “Pensamientos filosóficos” obra censurada. A partir de entonces, comenzó a manifestar en sus creaciones literarias una frecuente crítica hacia el catolicismo y su modo de vida.

Perteneció al movimiento de la ilustración, y fue escogido como miembro de la Academia Francesa.

Fue el encargado de reunir, junto a D´Alembert el conocimiento científico de la época en una obra de enorme trascendencia, «La Enciclopedia», basada en la traducción de la realizada por Ephraim Chambers, que demandó muchos años de esfuerzo (1751-1772) a cargo de los más prestigiosos pensadores iluministas, como Rousseau, a quien lo unió una amistad y luego un profundo distanciamiento, Adam Smith y Montesquieu.

La obra en un principio fue encargada por el editor André Le Breton al inglés John Mills y al abate Jean Paul de Gua de Malves. Estos abandonaron la empresa al poco tiempo. Así fue que se encargó la obra a Diderot en 1747, que debió luchar contra muchos escollos, principalmente la oposición de la iglesia.

En 1749, publicó “Carta sobre los ciegos para uso de los que pueden ver” cuyo contenido escéptico lo llevó a la cárcel por tres meses.

Un decreto del Consejo Real, del mes de enero de 1752, luego de conocerse los dos primeros tomos, prohibió la publicación de La Enciclopedia. La posibilidad de su continuación se debió a la intervención de Madame de Pompadour, pero siete años después fue prohibida de nuevo, por presión de la Santa Sede sobre el Parlamento parisino. Esto ocasionó el retiro de D’Alembert. Si bien se logró continuar con la publicación existió censura del contenido por parte del editor, que motivó el alejamiento de Diderot de la dirección de la empresa en 1765, tras publicarse 10 tomos.

En 1796, siguiendo con su crítica a la vida monacal, publicó “La Religiosa” y ese mismo año “Jacobo el fatalista”, cuyo tema era el libre albedrío. En “El sobrino de Romeau” realizó un análisis despectivo de la sociedad en la que vivía.

En resumen toda su vasta obra tuvo como temas, la crítica religiosa, la exposición deísta naturalista, y empirista de su pensamiento, ya que confiaba fundamentalmente en el valor del conocimiento sensible, y el de los instintos y pasiones, organizados, que producían la superación del ser humano al fomentar su deseo. Propuso el escepticismo, como primer paso hacia la búsqueda de lo verdadero, la duda y las de razones que confirmaran su verdad o falsedad.

Fue también crítico de arte, publicando una revista llamada “Salons” y un periódico “Salones”

Una enfermedad pulmonar le produjo la muerte, en París, el 31 de julio de 1784. La iglesia de Saint Roch, guarda sus restos.

Catalina II de Rusia de la que fue consejero, se convirtió en la depositaria de su biblioteca, que había pagado a su dueño en vida, permitiéndole conservarla hasta su deceso.

En París existe un Boulevard que lo recuerda, llenando su nombre.