Anne Robert Jacques Turgot
Nació en París el 10 de mayo de 1727, con el título nobiliario de barón de l´Aulne. Era hijo de un prestigioso comerciante, Michel-Étienne Turgot y de una aristocrática dama normanda, Madeleine Françoise Martineau de Brétignolles.
Se inclinó por la carrera eclesiástica, que abandonó en 1751, cuando ya casi estaba a punto de ordenarse sacerdote, pues no se sintió capaz de “llevar una máscara para siempre”.
Luego estudió Derecho, y más tarde, Administración en la Sorbona. En su formación intelectual, tuvo mucha influencia el pensamiento económico de la fisiocracia, y las ideas iluministas y de la ilustración, donde recogió la teoría de los derechos naturales del hombre, por lo que intentó, una vez llegado al poder, una serie de reformas en la monarquía francesa, que intentaron enrolarla en el sistema del despotismo ilustrado.
Llegó a ser consejero del Parlamento de París y formar parte de la Cámara Real. Viajó por las provincias y por Suiza, en viajes comerciales, donde conoció personalmente a figuras relevantes de la fisiocracia, como Quesnay.
Su vasta cultura se tradujo en muchas obras, que fueron surgiendo a medida que profundizó sus conocimientos científicos y de idiomas. Tradujo la obra del inglés Josuas Tucker “Cuestiones sobre el Comercio” en 1753, y redactó exponiendo su pensamiento favorable a la libertad de cultos: “Cartas sobre la tolerancia” y “El Conciliador”. En el año 1759, publicó “Elogio de Gournay”, con quien había realizado la gira provincial, cuando era intendente, y con quien compartió su pensamiento fisiocrático.
En 1761 obtuvo el cargo de intendente en Limoges, donde modernizó el sistema impositivo y realizó una obra de catastro, para evitar la sobrecarga fiscal, ocupando el cargo hasta 1774. Propuso suprimir la corvea (la corvée), tributo que consistía en trabajos comunitarios, por su valor en dinero.
Escribió en 1766, “Reflexiones sobre la formación y distribución de la riqueza y participó como redactor de la Enciclopedia, entre 1751 y 1772.
En 1769, publicó su Memoria sobre los préstamos con interés, donde llegó a la conclusión que el fundamento de la prohibición era teológico, y lo consideró (al préstamo a interés) como una necesidad.
Fue defensor del pensamiento liberal, de la poca intervención del estado en la economía, opositor a los gremios, y a favor de la libre competencia, tratando de poner énfasis en la producción de la industria local y la agricultura, siendo los productos de la tierra los únicos que deberían soportar gravámenes, por ser generadores de riqueza.
En 1770, se desató una crisis, donde los pobres recibieron ayuda de los terratenientes, obligados por Turgot, creando oficinas de caridad. Ese año escribió “Cartas sobre la libertad del comercio de grano”, dirigidas al abad Terray, controlador general de las finanzas, defendiendo la libertad de comercio.
Retomando la doctrina de Quesnay, donde la fuente principal de la riqueza era el suelo, dividió a la sociedad en tres clases sociales: los campesinos o dedicados al cultivo de la tierra, los artesanos y los asalariados (trabajadores dependientes) y los propietarios, -únicos a quienes concedió poder electoral.
Su formación y capacidad le valió que Luis XVI, en 1774, lo designara auditor general. Desde ese cargo luchó por la supresión de los derechos de los terratenientes, por lo cual, estos tramaron varias intrigas en su contra, no pudiendo permanecer en el cargo por más de dos años.
El abad Very lo recomendó como Ministro de Maurepas, el mentor del rey. En el mes de julio de 1774 fue designado Ministro de Marina, y en agosto de ese mismo año, Inspector General de Finanzas.
Desde este cargo hizo comprometer al rey en una declaración de Principios, que no existiría bancarrota, se reducirían los gastos, bajo el estricto control del inspector, no se contraerían deudas, ni se elevarían las cargas.
El 13 de septiembre de 1774, logró la firma de un decreto, sobre la comercialización libre del grano, lo que lo enfrentó sobre todo con Necker, quien en 1775, escribió un “Ensayo sobre la legislación y el comercio del grano”, donde criticó la libertad comercial de los granos.
En 1776, logró llegar a un acuerdo con la banca para obtener un préstamo al 4 % de interés.
Fue contrario a que Francia tomara intervención en la guerra por la independencia norteamericana, por el costo que significaba, pero finalmente tropas al mando del Marqués de La Fayette, brindaron ayuda a los revolucionarios.
Para contento de sus detractores, en ese tiempo las malas cosechas elevaron el precio del trigo, que originaron revueltas populares, que fueron severamente reprimidas.
En el mes de enero de 1776, los seis decretos de Turgot fueron presentados al Consejo del rey, por los cuales se pretendía eliminar los privilegios, y que los tres estados (clero, nobleza, y estado llano) contribuyeran al pago de los impuestos, además de suprimir definitivamente los monopolios y la corvea, lo que le valió muchos enemigos, y fue desplazado de su cargo, que fue ocupado por Jacques Necker, en ocubre de 1776, luego de un breve período en que el cargo fue ocupado por Clugny de Nuits, quien falleció.
Sin embargo sus ideas trascendieron, y fueron toamadas en cuenta, profundizadas, por el liberal Adam Smith, y por los que llevaron adelante la Revolución Francesa.
Falleció en París, enfermo de gota, el 18 de marzo de 1781.