La invasión de Irak
La invasión de Irak se llevó a cabo el 19 de marzo y 01 de mayo de 2003. Estados Unidos fue el país que promovió dicha invasión, con el apoyo de Austria, Polonia y Dinamarca, principalmente. Esta invasión dio inicio a la Guerra de Irak.Las causas de esta irrupción, tan polémica y repudiada por gran parte del mundo, fueron el desarme iraquí, la liberación de una sociedad oprimida por su líder, Saddam Hussein, a quien también se acusó de apoyar y promover el terrorismo.
Por otro lado, la unilateralidad con la que actuó el gobierno americano supuso el quebrantamiento de un orden impuesto tras la Segunda Guerra Mundial y la fractura entre las grandes potencias, quienes se manifestaron en contra de la invasión. Naciones como Francia, Bélgica, Alemania, Rusia, etc., no avalaron dicho proceder, mientras que Reino Unido, España y Portugal, apoyaron abiertamente a Estados Unidos, aparte de los países mencionados más arriba que conformaron la coalición.
Ya citado por Bush (hijo) en varias ocasiones, Irak, integrante del Eje del Mal propuesto por el Presidente americano, representaba un peligro mundial, como actor del terrorismo y por su capacidad bélica, que iniciado el conflicto no se pudo probar. Lo cierto es que tras 1991 la situación de Irak se había visto dañada en virtud de las imposiciones establecidas por la ONU bajo el plan “Petróleo por Alimentos”, esto es, el permiso para que explote sus pozos de petróleo cuyos réditos irían destinados a la compra de alimentos y medicamentos, un bloqueo económico orientado a debilitar la capacidad de rearme.
Sin embargo, el país asiático se negaba a dejar ingresar a los inspectores de Naciones Unidas por las sospechas de una operación de espionaje; negativa que fue aprovechada por el país del norte para justificar una invasión.
Las posturas más críticas frente a los objetivos reales de la invasión señalan que las motivaciones que se esconden detrás de los fines públicamente enunciados estaban los pozos de petróleo y el afán de Estados Unidos de poseer su control, en detrimento de la Unión Europea.
Frente a la negativa de la ONU y países ya mencionados, fuertemente cuestionados por el derecho internacional, la invasión de Irak sumió al país en una situación de extrema desesperación, en donde la reacción fue únicamente defensiva. Asimismo, para Occidente supuso una enorme cantidad de recursos económicos, ya que la guerra se extendió más de lo previsto, sobreviviendo al mismo Saddam Hussein, ejecutado el 30 de diciembre de 2006, tras un juicio de dos años que le atribuyó los siguientes cargos: crímenes cometidos de lesa humanidad (asesinado de 148 chiitas en 1982), ataque químico en la guerra Irán-Irak (1988) y la invasión a Kuwait.
El descontento popular iraquí en contra de Estados Unidos desencadenó una guerra civil y el accionar de la resistencia kurda, que derivó en el retiro paulatino de tropas por parte de países que habían colaborado desde el inicio.
Pese a las elecciones del 2005, el intento de establecer un gobierno de derecho es arduo de consolidar por las diferencias religiosas y políticas contenidas en el país asiático entre kurdos, chiitas y la clase sunita gobernante.
La primera medida adoptada por Estados Unidos, una vez consolidada la invasión, fue la reorganización del ejército y la policía. Sin embargo, hasta hoy no se ha podido resolver la seguridad civil.
El resultado fue una guerra que sumió en la desprotección y más pobreza a la población iraquí. Las armas químicas nunca fueron encontradas y el costo económico de las naciones intervinientes fue mayor al esperado debido a una fuerte resistencia local y la actuación de grupos insurgentes.