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La Guerra de Berbería

Publicado por Pablo

La quema del FiladelfiaEra bastante común, en los años finales del siglo XVIII, que las principales potencias europeas pagaran una serie de impuestos a los estados de Berbería (así se conocía la zona del actual Magreb, compuesta por los estados de Marruecos, Argelia, Túnez y Trípoli) para evitar que sus barcos fueron atacados y saqueados en sus travesías por el Mediterráneo.

No se trataba de piratería; no, al menos, tal como la entendemos. La actividad de estos barcos berberiscos era impulsada desde sus propios gobiernos para tratar de obtener beneficios políticos y económicos.

En 1875, Gran Bretaña animó a Argelia a que capturara dos barcos comerciales pertenecientes a los recién independizados Estados Unidos de América, cosa que hicieron. Mientras los cautivos marineros languidecían, el entonces embajador americano en Francia, Thomas Jefferson, trató de impulsar una alianza con Portugal, Nápoles, Cerdeña y Rusia contra Argelia. Francia decidió no cooperar.

En 1793, los británicos promulgaron un fraudulento trato entre Argelia y Portugal, tras el cual los argelinos capturaron una docena de barcos americanos, con unos cien marineros. Fue entonces cuando América decidió hacer lo que todos hacían: envió unos representantes para cerrar un trato con Argelia, pagando un tribuno anual para comprar la paz. En años venideros se firmaron acuerdos similares con Túnez y Trípoli.

Sin embargo, Estados Unidos se retrasó considerablemente en pagar su tributo, y cuando Jefferson alcanzó la presidencia en 1801, el Pachá de Trípoli, Yusuf Quaramanli, le declaró la guerra. Aunque una de sus propuestas más conocidas –de Jefferson- era reducir drásticamente el gasto militar, y por ello había decomisado la mayoría de los navíos estadounidenses, Jefferson mandó lo que quedaba de la marina al Mediterráneo con instrucciones de luchar junto con Suecia, Las Dos Sicilias, Malta, Portugal y Marruecos contra Trípoli. La coalición echó abajo los esfuerzos de Quaramanli, y le dio a los Estados Unidos una importante victoria incluso con una marina bajo mínimos.

Durante los años siguientes, un pequeño escuadrón americano –una fragata y poco más- patrulló las costas de Trípoli. Cuando la fragata Filadelfia encalló en 1803, las fuerzas tripolitanas la capturaron junto con sus 300 hombres a bordo, y prepararon el barco para luchar contra las pocas fuerzas que le quedaban entonces a los americanos. Muchos acusaron a Jefferson de librar una guerra sin tener un ejército, pero el Teniente Stephen Decatur, después convertido en héroe nacional, entró en el Puerto de Trípoli con una pequeña fuerza y quemó el barco antes de que zarpara. La marina, entonces, pudo fortalecer su posición frente a Trípoli, y aumentaron los bombardeos a su puerto.

Los asuntos de Estados Unidos en la región se fueron arreglando progresivamente, gracias a cambios de gobierno y a nuevos gobernantes más dispuestos a cerrar tratos razonables. Hubo una paralización de toda actividad merced la guerra anglo-americana de 1812, que mantuvo a los navíos estadounidenses lejos del Mediterráneo; pero la normalidad volvió tres años después, cuando Argelia, mediando con el héroe de guerra Decatur, prometió no volver a dañar barcos americanos.

La invasión francesa de Argelia en 1830, que marcó el inicio de la colonización europea en el norte de África, puso punto y final a todas las disputas, y marcó una época de lógico crecimiento del comercio europeo y americano en las costas mediterráneas.