Historia

Harry Truman

Publicado por Pablo

TrumanHarry Truman fue el trigésimo tercer Presidente de los Estados Unidos de América, puesto que desempeñó entre 1945 y 1952. Pasó a la posteridad por ser el responsable del lanzamiento de las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, así como de la participación norteamericana en la Guerra de Corea.

Truman nació en una familia de granjeros de Missouri. Tras iniciarse, y destacar, en la carrera militar, fue galardonado con un puesto en la prestigiosa academia militar de West Point, pero por desgracia para él hubo de renunciar a ella, ya que se le detectó un problema de visión.

Tras la Primera Guerra Mundial, durante la cual había servido en Francia como capitán de artillería, empezó una carrera completamente distinta: inauguró una tienda de ropa en Kansas City. Su talento como hombre de negocios fue bien distinto a su destreza militar, y su pequeña empresa cayó en bancarrota poco tiempo después. En su búsqueda de nuevos derroteros, logró iniciar una carrera política gracias a la influencia de Thomas J. Pendergast, la máxima autoridad de los demócratas en Kansas. Se inició en el mundo jurídico, donde mostró una inusitada habilidad y una honestidad que le hizo ganarse un buen prestigio. Tanto que, en 1934, Pendergast le eligió como candidato al Senado, puesto que consiguió y que le acercó al Presidente Roosevelt por su incesante defensa de la política del New Deal.

En 1940 logró ser reelegido como senador, y con la nueva confianza de sus electores impulsó un comité para investigar el despilfarro de dinero público en las últimas partidas militares. El Comité Truman fue un éxito y logró reducir enormemente el presupuesto militar, sin debilitar con ello al ejército, lo que le granjeó un enorme popularidad. Ese éxito fue el que le hizo ganarse la nominación para la vicepresidencia en 1944 y, cuando Roosevelt murió en Abril de 1945, Truman fue su sucesor.

Con la guerra con Japón aún en marcha, las primeras dificultades del Truman presidente se presentaron en política exterior. Mientras se encontraba en la Conferencia de Postdam, aprobó el uso de la bomba nuclear contra Japón, decisión con la que logró finalizar la guerra, pero que provocó una enorme polémica. Sin respiro ni descanso, Truman dirigió sus esfuerzos a controlar la expansión del nuevo enemigo americano, la Unión Soviética. Con la Doctrina Truman inauguró una época de tensión que la posteridad conocería como la Guerra Fría, que iba a durar casi cuarenta años. Siempre trató de intervenir en todos los lugares del mundo que se debatieran entre la democracia americana y el comunismo soviético, convirtiendo el enfrentamiento con los soviéticos en una competición que abarbó todo el mundo.

Su política logró estabilizar la Europa de posguerra, pero fracasó en el Lejano Oriente, donde no pudo sofocar la guerra civil china, y donde se vio obligado a llegar a la vía militar en Corea.

En política interior tuvo la misma mano dura, y su prestigio le sirvió para ganar la reelección en 1948. Sin embargo, su segundo mandato fue mucho más duro que el primero, y a las tensiones exteriores le surgieron competidores en el interior, como el auge del macartismo y algunos casos de incompetencia y corrupción entre los funcionarios de su propia Administración. Al final, decidió no presentarse en 1953, y fue sucedido en las elecciones de aquel año por el republicano Eisenhower.

Durante su presidencia, Truman también fue un ferviente defensor de los derechos civiles, un tema que comenzaba a ganar importancia en el panorama político estadounidense. En 1948, emitió una orden ejecutiva para desegregar las fuerzas armadas, un paso significativo hacia la igualdad racial en el país. Esta acción fue un reflejo de su compromiso con la justicia social, aunque enfrentó una considerable oposición tanto dentro como fuera de su partido.

Además, Truman implementó el Plan Marshall, una iniciativa para la reconstrucción de Europa Occidental devastada por la guerra. Este plan no solo ayudó a revitalizar las economías europeas, sino que también fortaleció las relaciones entre Estados Unidos y sus aliados europeos, consolidando la influencia estadounidense en la región.

A pesar de sus logros, Truman enfrentó críticas por su manejo de la Guerra de Corea, un conflicto que se prolongó más de lo esperado y que resultó en un alto número de bajas. La guerra también contribuyó a un creciente sentimiento de insatisfacción entre el público estadounidense, que se reflejó en su baja popularidad al final de su mandato.

Después de dejar la presidencia, Truman regresó a Missouri, donde vivió una vida relativamente tranquila. Escribió sus memorias y se mantuvo activo en la política, aunque sin ocupar cargos oficiales. Su legado ha sido objeto de un renovado interés y reevaluación, con muchos historiadores destacando su liderazgo decisivo durante un período crítico de la historia mundial. Truman falleció en 1972, dejando tras de sí un legado complejo pero influyente en la política estadounidense e internacional.