¿Por qué se produjeron las guerras carlistas?
Primero conviene aclarar a quién se les llamó “carlistas”. Los “carlistas” eran los partidarios de Carlos María Isidro de Borbón (1788-1855) hermano menor del rey Fernando VII, ambos hijos de Carlos IV y María Luisa de Parma,
Los carlistas originaron la disputa de la sucesión del trono que se produjera a la muerte de Fernando VII, pues rechazaban la Pragmática Sanción, dictada por este último rey que le permitía a su hija mujer, Isabel II, nacida en el ocaso de su vida, acceder al trono español.
Se estimaba que Fernando VII iba a dejar el trono sin su descendencia, lo que le permitía acceder a Carlos María Isidro, pero poco antes de su muerte nació Isabel. La Pragmática Sanción volvía al sistema que habían establecido las Partidas, donde se posibilitaba que el trono fuera ocupado por personas de ambos sexos, lo que había sido abolido por el Reglamento de 1713.
Los carlistas eran los que estaban arraigados a la tradición conservadora, elitista y católica y en contra de los cambios de tipo liberal, como que una mujer ocupara el trono, ideas que la invasión napoleónica en España había encendido en muchos de aquellos a quienes la constitución de una sociedad burguesa cono la que se había despertado en Francia, les resultaba conveniente a sus intereses económicos y políticos.
La restauración del absolutismo monárquico fue una demanda de este sector partidario de la vuelta al Antiguo Régimen, y por eso Carlos, hermano del rey rechazó a aceptar como futura reina a Isabel II, y decidió exiliarse en Portugal esperando los acontecimientos en vida de su hermano, mientras los moderados y liberales cada vez más ocupaban posiciones de poder, haciendo peligrar el liderazgo de la iglesia, y la vigencia de los fueros y privilegios. En Portugal y con el apoyo del príncipe Miguel se autoproclamó rey de los españoles el 1 de octubre de 1833.
En síntesis para el desencadenamiento del conflicto armado conocido como «Guerras Carlistas» se conjugaron ambiciones de poder, antagonismo entre ideas conservadoras (solo varones en el trono, privilegios sectoriales, mantenimiento de los fueros, poder eclesiástico y de una monarquía con poder total) y liberales (igualdad, capitalismo, centralismo en Madrid, progreso, orden, urbanismo e industrialización)
Los campesinos, asesorados por los sacerdotes y temerosos de que se les aumentaran los impuestos, apoyaron al bando carlista.