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La Dictadura de Franco

Publicado por Hilda

La Dictadura de FrancoSu nombre completo era Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde, y nació en Ferrol, municipio situado al noroeste de España. Estudió la carrera militar, logrando que el rey Alfonso XIII, en mérito a sus excelentes campañas lo designara General de Brigada en 1925.

El rey Alfonso XIII, renunció el 14 de abril de 1931, instaurándose la Segunda República, que subsistió hasta el 1 de abril de 1939. En este sistema se expropió a los terratenientes, para realizar una reforma agraria, se quitaron los privilegios a los miembros de la Iglesia, separándose a ésta del Estado y se redujeron las milicias. Esto atentaba contra el orden conservador que no tardó en alzar su voz de protesta. Basados en ideologías fascistas surgieron partidos como la Falange española o las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, partidos que se unieron en febrero de 1934.

En 1933, Franco fue enviado como comandante General, a las Islas Baleares, en la costa este de la Península Ibérica, sobre el Mar Mediterráneo, siendo promovido a General de División en marzo de 1934.

Entre el 5 y el 19 de octubre de 1934, se produjeron huelgas violentas en Cataluña y en Asturias, contra el gobierno de la Segunda República, participando Franco en la represión. En 1935, fue nombrado Jefe del Estado Mayor Central.

La izquierda se integró en el Frente popular que se impuso en las elecciones. En 1936, fue electo Manuel Azaña, que había sido fundador en 1925 de Acción republicana, que se convirtió en partido político cinco años después y participó en el derrocamiento de Alfonso XIII. Con este nuevo gobierno, Franco perdió su cargo de Jefe del estado mayor y fue designado Comandante General de las islas Canarias, alejándolo del centro de conflicto, para evitar rebeliones.

José Calvo Sotelo, defensor del dictador Miguel Primo de Rivera, debió exiliarse durante la Segunda República. Obtuvo la amnistía en 1934, fundando un partido de derecha, opositor al gobierno republicano, llamado Bloque Nacional.

El 13 de julio de 1936, Sotelo fue asesinado, por miembros del partido socialista, y fue el detonante para la iniciación del golpe de estado, que ya se estaba gestando.

Franco, se unió a los golpistas, tomando a cargo las fuerzas del Protectorado español de Marruecos, lugar hacia el cual se dirigió.

Los sublevados contaron con la inapreciable ayuda de Benito Mussolini, quien envió fuerzas aéreas a España el 27 de julio, cuando la sublevación ya había tomado las características de una guerra civil.

El 24 de julio de 1936, se constituyó la Junta de Defensa Nacional, asumiendo el mando de manera colegiada. En septiembre de ese año, Franco fue designado Jefe del Gobierno del Estado Español, con poderes absolutos. También era el líder del partido unificado, formado por la Falange y la Junta Defensiva Nacional-Sindicalista, que se erigió en Partido Único.

La Junta Técnica del estado español, fue establecida en Burgos, el 3 de octubre de 1936, cuyo presidente fue el general Fidel Dávila Arrondo, adicto a Franco, y recibiendo en su lucha contra el gobierno republicano la ayuda del fascismo italiano, del nazismo alemán y del Vaticano. El 30 de enero de 1938, Franco pasó a ocupar la presidencia de la Junta.

Salvo Madrid, toda España estaba en poder de Franco, y esa ciudad pudo ser ocupada también, el 28 de marzo de 1939.

El 1 de abril de 1939, una vez finalizada la Guerra Civil, los vencedores impusieron un terrorismo de estado que persiguió a sus opositores en forma violenta y sanguinaria, dentro de un país sumido en la miseria que pagaba los costos sociales y económicos de una guerra fraticida.

Su política se basó en la unidad de una española católica y anticomunista. La Iglesia obtuvo un lugar destacado durante el gobierno de Franco, teniendo el control de la educación y de la moral pública. El dictador fue denominado por la institución cristiana “Caudillo por la gracia de Dios”.

El Estado intervino en la economía para lograr una España autárquica y autosuficiente, limitándose las importaciones sólo a lo estrictamente necesario.

Durante este período se redujeron los salarios y creció la inflación, quedando la masa de la población desprotegida, mientras crecían los derechos de los terratenientes, religiosos, industriales, banqueros y militares, quienes tuvieron un papel destacado en el gobierno de Franco.

No había garantías constitucionales, para evitar limitar los poderes del gobernante, pero se dictaron Leyes Fundamentales, como la de Sucesión en la Jefatura del Estado, que nombraba a Franco Jefe de Estado vitalicio, la Ley de Principios del Movimiento Nacional, donde se reafirmaba la ideología antiliberal, católica, y de defensa de la propiedad privada. A pesar de que se establecieron derechos para los ciudadanos, estos no pasaron de ser simples declaraciones, no vigentes, contenidas en el Fuero de los Españoles.

Franco y HitlerDurante la Segunda Guerra Mundial, si bien España permaneció neutral, colaboró aportando fuerzas a los países liderados por Alemania, no aliándose abiertamente a los países del eje, pero permitiendo a numerosos voluntarios colaborar en la invasión alemana a la Unión Soviética.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), de carácter internacional, creada luego de la Segunda Guerra Mundial, no hizo partícipe a España en su conformación, y sus embajadores fueron retirados en 1946. Pocas naciones mostraron su apoyo al régimen de Franco, como por ejemplo, la Argentina, quien mantuvo con España relaciones comerciales, que le fueron vedadas con Estados Unidos, Inglaterra y Francia, durante mucho tiempo. Recién en 1955 pudo España tomar participación en La ONU y en 1959, se instalaron bases militares de Estados Unidos en España.

En el año 1960 aparece España como sinónimo de progreso, asociado al turismo y a la revolución tecnológica, con inversiones extranjeras, lo que estimuló la producción industrial. Esto produjo una creciente urbanización en detrimento de las áreas rurales.

Los cargos de Jefe de Estado (representante de un país en el exterior) y de Jefe de Gobierno (máxima autoridad responsable de un estado) fueron separados en la Ley Orgánica del Estado, promulgada en 1967, habiéndose sometido previamente a referéndum. Esta división no fue en detrimento del inmenso y total poder de Franco. Además se aumentó el número de diputados de las Cortes.

El período de bonanza finalizó hacia 1975, con el aumento del precio del petróleo, con lo cual cayeron las industrias turísticas y exportadoras.

A pesar del crecimiento de la oposición hacia su tiranía, que incluyeron atentados contra su vida y agitación universitaria, el régimen franquista continuó afirmado en el poder.

La represión contra los grupos guerrilleros ETA y FRAP, incluyó sentencias de muerte hacia los inculpados, lo que provocó manifestaciones adversas por parte del Vaticano y la comunidad internacional, lo que motivó que España quedara nuevamente desvinculada del resto de los países europeos.

El 20 de noviembre de 1975, Franco falleció luego de una penosa enfermedad. En España con su muerte terminó un largo período dictatorial, para comenzar la Transición Española hacia la Democracia, a cargo del nuevo rey Juan Carlos, proclamado el 22 de noviembre de 1975.

De ese modo, la monarquía en España, tal como lo preveía la Constitución, fue reinstalada con la asunción del rey Juan Carlos, nieto de Alfonso XIII, cuya designación fue avalada por un referéndum el 6 de diciembre de 1978.