La descolonización del África española
Por “Descolonización” se conoce un amplio fenómeno de independencia de las colonias europeas en África y Asia, que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX. Este movimiento se precipitó tras los resultados de la Segunda Guerra Mundial, que había dejado a las colonias en una penosa situación de sobreexplotación. Los nuevos países surgidos de este proceso fueron las antiguas posesiones europeas, adquiridas una centuria antes tras la Conferencia de Berlín, que repartió el continente africano.
En ella, España obtuvo algunos pequeños territorios del golfo de Guinea y de Marruecos, que mantendrá durante el siglo XX con más o menos fortuna. En el proceso de Descolonización, al igual que toda Europa, España no quedará al margen del mismo, y verá como en dos décadas tendrá que desprenderse de sus colonias. En ello, intervendrán tanto factores internos (la política respecto a las colonias durante el Franquismo) y externos (como fue el ejemplo que otros países estaban dando con su independencia obtenida).
En España, la administración franquista respecto a los territorios africanos los dividía en tres zonas: el norte de Marruecos y la región del Ifni; Guinea Ecuatorial; y el Sahara Occidental. Cada una de estas zonas llevará a cabo un proceso de independencia respecto a España diferente, que veremos a continuación.
En el caso del norte de Marruecos, las relaciones de este territorio con el Franquismo tendrán dos fases: la de dependencia (1939-1956) y la de descolonización (a partir de 1956). Después de la Segunda Guerra Mundial, el nacionalismo en Marruecos fue en aumento, algo que afectaba tanto al protectorado español como el francés. De hecho, el país galo comenzará una serie de contactos con el sultán marroquí, Mohamed V, presionado también por el afán independentista de la vecina Argelia.
Ante esta situación, Franco se ve desbordado, pues su intención era mantener el territorio del norte bajo su soberanía. Finalmente, España tuvo que ceder ante el nacionalismo cada vez más fuerte, de tal manera que el 7 de abril de 1956 nacía el reino independiente de Marruecos. Mohamed V sería su primer monarca.
En el caso del Ifni, la idea del nuevo rey era la de crear el “Gran Marruecos”, que afectaba a esta región bajo soberanía española. Mohamed V reclamó el Ifni, incluso llegó a denunciar su situación administrativa en las Naciones Unidas, ya en los años 60. De nuevo, Franco se vio ante una coyuntura internacional desfavorable. Ello le hizo firmar la independencia del Ifni, territorio que fue cedido a Marruecos a comienzos de 1969.
Antes de analizar la situación del Sahara Occidental, nos pararemos a observar la situación de Guinea Ecuatorial. En este territorio, las pretensiones independentistas surgieron pronto, con unas primeras protestas a finales de los años 40, consecuencia de la política de autarquía económica de Franco.
Al igual que ocurrió con el Ifni, la situación de Guinea Ecuatorial fue denunciada a las Naciones Unidas. Franco cedió parcialmente a las pretensiones de su colonia africana, con el dictamen de autonomía de 1964. Sin embargo, el ejemplo de descolonización de los países vecinos africanos llevó a Guinea Ecuatorial a reclamar la independencia. Ésta, finalmente, se consiguió en octubre de 1968.
Tras desprenderse de todas estas colonias, a la España de Franco solamente le quedaba el Sahara Occidental bajo su soberanía. En este territorio comenzó a trabajar por la independencia el “Frente Polisario”. De hecho, se planteó el derecho de autodeterminación de los saharauis en la asamblea de Naciones Unidas. Además, la presión ejercida por Hassán II, sucesor de Mohamed V, también provocó el fomento nacionalista en la región.
Ante la política española, el rey marroquí aprovechó la agonía de Franco para ejecutar la denominada “Marcha Verde”. Ésta tuvo lugar en octubre de 1975, a pocos días del fallecimiento del dictador. La presión sobre la frontera saharaui aceleró los acontecimientos. España se desprendía del Sahara Occidental, que se repartía entre Marruecos y Mauritania (más tarde, todo el territorio pasaría a la soberanía de Hassán II).
La situación en la que quedó el Sahara provocó que el Frente Polisario abriera un nuevo frente de lucha: Rabat. La lucha por la autodeterminación y la independencia se viene desarrollando desde entonces, a la espera de una resolución favorable por parte de Naciones Unidas que todavía no ha llegado.