La Batalla de Alarcos
La Batalla de Alarcos se llevó a cabo el 19 de julio de 1195 entre las tropas cristianas del reino de Castilla y las fuerzas de Abū Yūsuf Ya’qūb al Mansūr (Yusuf II), califa almohade. Dicha contienda se realizó a los pies del Castillo de Alarcos (ciudad Real, al sur de Toledo) y supuso una derrota para los cristianos de la que no pudieron sobreponerse hasta la Batalla Navas de Tolosa (1212).
La ciudad de Alarcos delimitaba el territorio que lo separaba de Al-Ándalus. Hacia 1190 Yusuf II y Alfonso VIII de Castilla habían hecho un tratado de pacificación, comprometiéndose a no intentar invadir los respectivos territorios en poder de Alfonso VIII y Yusuf II, respectivamente. Cuando ese pacto llegó a su fin, el rey de Castilla comenzó a fortificar la ciudad. Una expedición dirigida por el arzobispo de Toledo, entró y saqueó el taifa de Córdoba, lo que determinó el accionar musulmán.
Cabe mencionar que las tropas moras eran en todo superior a las castellanas. Los cristianos disponían de dos regimientos de caballería, 20 mil hombres en total, en tanto que los almohades tenían mucho más soldados, las cifras no han podido cuantificarse.
Si bien Alfonso VIII intentó reunir todas las fuerzas posibles en Toledo para la batalla, las fuerzas de Yusuf II eran incalculables frente a las cristianas. Una poderosa vanguardia, arqueros, la guardia personal del califa y un destacamento de negros esclavos se enfrentó en la madrugada del 19 de julio a las fuerzas españolas.
Tras varias horas de lucha, con cantidad de bajas y acorralados por la caballería enemiga, huyeron del campo de batalla.
Esta pérdida supuso una desestabilización absoluta para el reino de Castilla. Asimismo, los musulmanes se adueñaron de más territorios, apropiándose de todas las fortalezas de la región y quedando a pasos de Toledo, sitio donde se guarecían las tropas cristianas.
El punto de inflexión en la Reconquista española estuvo constituido por la Batalla de Navas de Tolosa, en que los cristianos comenzaron a revertir la situación frente a los musulmanes.