Biografía de Boabdil
Cuenta la leyenda que cuando Boabdil entregó las llaves de la ciudad de Granada a Don Gutiérrez de Cárdenas en representación de los Reyes Católicos en 1492 aquél rompió a llorar desconsoladamente. Su madre únicamente pudo responderle: “No llores como mujer lo que no has sabido defender como hombre”. No sabremos nunca si efectivamente fueron pronunciadas estas palabras, que han quedado para la posteridad y han inspirado diversas expresiones artísticas, pero es innegable que son un conmovedor colofón literario a la presencia Islámica en la Península Ibérica que se prolongó durante ocho siglos en algunos enclaves y que dejó huellas culturales indelebles en la historia de España y Portugal.
El sultán Abu Abd Allah, conocido por los cristianos como Boabdil y como Muhhamad XII en las lista de reyes nazaríes, fue el último dirigente musulmán que gobernó un estado de la Península Ibérica. Nació aproximadamente en 1452 en la fortaleza de la Alhambra. Pertenecía a la dinastía Nazarí que se había hecho con el Reino de Granada en 1238 una vez desaparecida la influencia almohade en la última etapa de los Reinos de Taifas.
No se trató de un monarca excepcional y además su reinado estuvo envuelto en las luchas internas que acabaron de fragmentar definitivamente el reino independiente de Granada. De esta experiencia vital posiblemente le venga el sobrenombre del desdichado. Durante su reinado y con objeto de consolidar la tambaleante monarquía tomó una decisión extremecedora que ha sido inmortalizada por pintores y escritores: La matanza de los Abencerrajes. Los Abencerrajes es el término castellanizado de Banu Sarray . Se trataba de una familia noble del reino que había jugado un papel de primer orden en la primera mitad del siglo XV donde alimentaron rebeliones que desembocaron en conflictos civiles. Según cuenta la leyenda Boabdil dio la orden de que fueran emboscados y asesinados en un salón adjunto al Patio de los Leones de la Alhambra conocido hoy en día como Patio de los Abencerrajes.
Boabdil accedió al poder en 1482 enfrentado a su padre Muley Hacen y a su tío conocido como el Zagal. Aprovechó el descontento de los habitantes de Albycín sometidos a una gravosa presión fiscal para fomentar la rebelión. En las rivalidades con su padre encontró en su madre Fátima una fiel instigadora, cuentan que por celos hacia la favorita del rey Muley, en la lucha de Boabdil contra su progenitor.
En 1483 perdió el trono en favor de su padre y posteriormente de su tío. Hecho prisionero por los Reyes Católicos durante la Guerra de Granada (1482-1492), Fernando II de Aragón le devolvió la libertad y el trono de Granada en 1486 mediante el Pacto de Córdoba, a cambio de hacerse vasallo del Reino de Castilla y entregar los territorios del reino que estaban en posesión de su padre Muley-Hacén.
En la madrugada del 2 de enero de 1492 la ciudad de Granada era entregada al Reino de Castilla. Una vez que Boabdil abandonó la ciudad junto a su madre se retiró a un señorío suministrado por los Reyes Católicos en la sierra de las Alpujarras. Éste fue su último lugar de residencia en España.
Posteriormente se trasladó a la ciudad marroquí de Fez pasando allí la última etapa de su vida y falleciendo en 1528. Boabdil, el último rey de Granada el cual su leyenda, tal vez, fue cien veces más grande que su persona.