La invasión de Kuwait
El 02 de agosto de 1990 Iraq, bajo las órdenes de Saddam Hussein, invadió Kuwait con el objetivo de reivindicar una antigua posesión, pese a no haber tenido nunca el dominio del área. Tal pretensión estaba justificada en que Kuwait había sido un señorío feudal iraquí perteneciente al Imperio Otomano.
De la misma manera, el pequeño estado fue un protectorado británico hasta 1961 en que se convirtió en nación independiente. Inmediatamente, pasó a formar parte de la Liga Árabe y en 1963 devino en miembro de la Organización de las Naciones Unidas.
Durante el conflicto entre Iraq e Irán, y ante el temor de una invasión islámica, Kuwait colaboró abiertamente enviando dinero a la primera, y sin mucha más alternativa, buscó, asimismo, protección en los Estados Unidos.
Los motivos de la invasión respondieron a varias cuestiones: en primera instancia, Iraq había quedado seriamente debilitada económicamente tras su conflicto con Irán, y endeudado con Kuwait quien, si bien era una nación pequeña, contaba con magníficas reservas de petróleo. En segundo lugar, el país iraquí lo acusaba de frenar el precio del petróleo.
Equivocadamente, Saddam creyó que el conflicto no alcanzaría grandes magnitudes en las que otras naciones interviniesen, pero el peligro que representaba el petróleo en manos iraquíes (20%de las reservas mundiales), hizo que otras naciones, Estados Unidos la primera, quien también tenía intereses en la zona, estuvieran atentas a tomar partido.
De la misma manera, Iraq dedicaba el 60% de sus recursos provenientes de la exportación de petróleo a la compra de armas, con lo cual, eran altas las posibilidades y el temor en ellas infundado de que se convirtiera en un país con capacidad nuclear, a quien se llegó a considerar el cuarto ejército del mundo en capacidad armamentista.
La Primera Guerra del Golfo, como fue denominada, fue librada entre Iraq y la liberada Kuwait con el apoyo de una coalición de las Naciones Unidas bajo el mando americano.No hubiera habido otro modo de liberar Kuwait, la invasión se inició con 140.000 soldados iraquíes, más 1.800 tanques que se enfrentaron a un ejército de apenas 16.000 kuwaitíes.
En tanto, la presencia americana que ingresó en el conflicto en enero de 1991 contó con un ejército de, aproximadamente, 500.000 hombres, entre los que se encontraban británicos, sirios, franceses, etc.
Bajo a operación denominada “Tormenta del Desierto” que consistió de dos fases bien marcadas se logró la liberación del territorio de la ocupación iraquí sin la consiguiente caída de Saddam Hussein quien, aunque debilitada su figura, logró mantenerse en el poder.