Día del Amigo
La gente siempre ha valorado la existencia de los amigos. Sin ellos no habría espacios ni tiempos para compartir, y seguramente la vida nos parecería mucho más triste y vacía. Sin embargo, durante mucho tiempo no había un día de encuentro planificado, 24 hs. en las que pensáramos cuáles son nuestros verdaderos amigos, y organizáramos algo juntos, o simplemente enviáramos un mensajito, un e-mail, o les hiciéramos una llamada.
Enrique Ernesto Febbraro, un músico, dentista y docente de psicología, historia y filosofía, candidato al Premio Nobel de la Paz, en dos oportunidades, de nacionalidad argentina, nacido en el barrio bonaerense de San Cristóbal, consideró que la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, era un símbolo de unión y amistad pues había unido a la humanidad en la causa común de la conquista del espacio. Eran el hombre y el universo, unidos, como amigos. En ese momento el creador del Día del Amigo, residía en Lomas de Zamora, lugar que fue declarado, capital de la amistad de la provincia de Buenos Aires, por decreto municipal.
Luego de enviar 1000 cartas, a distintos puntos del planeta, de las que recibió 700 respuestas satisfactorias, aceptando la idea en diferentes países, actualmente el Día del Amigo es una fecha internacional, y 100 estados, sobre todo americanos, ya que en Europa no se festeja, la celebran en ese día, 20 de julio.
Para Febbraro la amistad debe basarse en el respeto, y fundamentalmente, un amigo no debe aconsejar, sino que debe acompañar a que el otro decida por sí mismo. Los amigos deben recorrer el camino de la vida creciendo juntos, aprendiendo uno del otro.
El primer reconocimiento formal de su propuesta, lo obtuvo cuando un decreto del gobierno bonaerense, el 235/79, autorizó que el 20 de julio fueran realizadas celebraciones con ese motivo.
Contó con la colaboración para propagar su idea, entre otras personas, de la mendocina Mirta Lancillota, quien creó en 1988, un 20 de julio, el Banco Mundial de la Amistad.
Otros países han elegido otras fechas. En Chile lo celebran considerando a uno de los santos de la amistad, San Francisco de Asís, y por eso han elegido como día, el primer viernes de octubre de cada año. El primer Domingo de agosto, fue el seleccionado por Estados Unidos.