Teodosio I El Grande
Tras la muerte de Valente en la Batalla de Adrianópolis, el trono de Oriente quedó sin gobernante. Graciano, Emperador de Occidente, coronó a Teodosio I El Grande (Cauca , 347 – 395) en el 379.
Teodosio era hijo de uno de los generales que había servido a Valentiniano I, había acompañado a su padre en diferentes misiones. Obtuvo el título de «magister militum” en virtud de su victoria contra los sármatas (tribu bárbara proveniente de la parte oriental de Escitia, en las cercanías del actual río Don) en Panonia. Al año siguiente, año 379, Graciano lo nombró Augusto.
Teodosio logró pacificar el estado de situación con los godos. Si bien los echó de la rica Tracia, permitió que se establecieran en Mesia como federados del Imperio, esto es, dentro del ejército al que los bárbaros debían prestar servicio y que tanta falta le hacían al nuevo Emperador, preocupado por reconstruir nuevamente el Ejército Romano.
Además de su habilidad militar, Teodosio también demostró ser un líder político astuto. Durante su reinado, implementó una serie de reformas administrativas y fiscales que fortalecieron el Imperio. Estas reformas incluyeron la reorganización de la administración provincial, la centralización del poder en la figura del emperador y la implementación de un sistema fiscal más eficiente.
Su política religiosa, por otro lado, consistió en afirmar el cristianismo del Concilio de Nicea mediante el edicto de Tesalónica el 24 de noviembre de 380, ratificando formalmente la decisión adoptada en el 313 (Edicto de Milán) por Constantino.
A pesar de los intentos precedentes por unificar el imperio, no fue sencillo hacer que los bárbaros, arrianos en su mayoría o paganos, adscribieran al cristianismo. Fue una lucha larga y a menudo, no desprovista de traiciones por parte de las tribus que prometían adoptar la nueva fe, regresando luego a sus credos privados.
Esta situación influyó particularmente en la caída de la parte Occidental, que estaba en plena decadencia para ese entonces, decantando en la división del Imperio en reinos romanos germánicos (año 476).
Teodosio también fue conocido por su política de tolerancia religiosa. A pesar de su fervoroso cristianismo, permitió la práctica de otras religiones en el Imperio, siempre y cuando no supusieran una amenaza para la estabilidad del Estado. Esta política de tolerancia fue un factor clave en la relativa paz y estabilidad que se vivió durante su reinado.
Asimismo, el cesaropapismo (la superposición de atribuciones entre el poder temporal y la Iglesia) iniciado por Constantino se fue acentuando paulatinamente con Teodosio y marcó todo el curso de la Edad Media, incluso el Renacimiento. De hecho, fue Teodosio quien determinó el sacerdocio bajo su propia autoridad y convocó el Primer Congreso Ecuménico de Constantinopla, destinado a neutralizar las disputas con el arrianismo y las formas herejes adoptadas por el paganismo.
Tras la muerte de Graciano en Occidente, se desataron guerras civiles en torno a la sucesión de la corona en las que Teodosio intervino con particular interés, instalando a su hijo Honorio como Emperador , aduciendo que quien había sido designado (Eugenio) carecía de legitimidad y contando con el apoyo de Valentiniano II (reinante en varias provincias e Italia).
La tensión se acentuó con el deceso de Valentiniano II en el 392, que derivó en una guerra civil entre Teodosio y los sospechados de haber asesinado a Valentiniano, arrianos. La cuestión se resolvió en la batalla de Frígido en la que el Emperador de Oriente venció, logrando la unidad del Imperio por un breve lapso de tiempo.
Teodosio murió en Milán el 17 de enero de 395 producto de un edema vascular y fue trasladado a Constantinopla el 08 de noviembre de 395. Sus hijos, Honorio y Arcadio, reinaron como Emperadores de Occidente y Oriente, respectivamente. Su legado perduró a través de sus reformas y su influencia en la consolidación del cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano.