Lucio III
Lucio III era en realidad, Ubaldo Allucinoli de nombre completo y se crió en la vieja Republica de Lucca. Allí mismo fue nació, en el año 1097.
Su formación fue de una manera muy estricta, llegó a ser nombrado monje Cistercense cerca de sus comienzos y luego en el año 1142, lo nombraron Cardenal-Presbítero de la ciudad Santa Práxedes, este nombramiento se debió a la devoción que tenia Lucio con respecto a su vocación, por ende el Papa Inocencio II decidió convertirlo en cardenal.
Lucio actuó como Cardenal-Presbítero bajo el pontificado de Eugenio III como legado papal en la ciudad de Sicilia, Italia.
Tiempo después, dado a que sus labores como Cardenal-Presbítero, eran realmente muy buenas, es nombrado Cardenal-Obispo de Ostia y Velletri por el Papa Adriano IV. El legado de Luccio como Cardenal fue uno de los más influyentes que hubo con respecto al pontificado del Papa Alejandro III.
Una vez electo, pasó a vivir en la Ciudad de Roma, en donde estuvo por un período de un año (Noviembre de 1181- Marzo de 1182). Surgieron algunas diferencias ideológicas frente a la nobleza romana, esto hizo que Luccio III, se tenga que marchar al exilio. Éste tuvo lugar en Velletri, Anagni y Verona.
Lucio III, tuvo una entrevista en la ciudad de Verona con Federico Barbarroja, éste fue Emperador del Sacro Imperio Romano.
La entrevista tuvo como objetivo resolver algunas diferencias que existían entre la disputa territorial y las posesiones que la condesa Matilde de Tuscia había legado tras su muerte a la iglesia durante el pontificado de Pascual II y que el emperador Enrique V, se las había apropiado alegando un tipo de derecho dinático.
Ante esta petición, Federico negó rotundamente ceder las pretensiones del Papa junto al hecho de que le negara su ayuda para poder regresar a la ciudad Eterna, esta respuesta causó que Lucio III no pueda coronarse coemperador con su hijo Enrique VI.
Lucio promulgó en la ciudad de Verona, la constitución Ad abolendam en la que condenó a las herejías cátaras, valdanenses, arnaldismo y esto hizo que se convierta en un instrumento eficaz contra cualquier forma de indisciplina a la ortodoxia católica.
En el año 1185, Lucio III comenzó a preparar la Tercera Cruzada en respuesta a los pedidos de Balduino IV, no pudo terminar con esta petición, puesto a que falleció el mismo año en Verona el 25 de septiembre. El entierro se llevó a cabo en la catedral de Verona.
El nombramiento más significativo que tuvo, fue el de Papa de la iglesia católica, llevó a cabo un mandato de 4 años, siendo el papa número 171.