Septimio Severo
Lucius Septimius Severus nació en el año 146 en Leptis Magna (Libia). Era hijo de Fulvia Pía, descendiente de italianos y norafricanos y de Publio Septimio Geta, que obtuvo en el siglo I la ciudadanía romana pero descendía de bereberes y púnicos.
Se trasladó a Roma a los 18 años y fue Senador durante el gobierno del emperador Cómodo. Fue legatus de Panonia Superior, y comandó tres legiones en defensa de las fronteras.
En el año 192 el Imperio Romano sufrió una profunda crisis de autoridad. Declarado el emperador Cómodo enemigo por el Senado, fue asesinado por uno de sus libertos. Su sucesor fue P. Helvio Pertinax, quien había accedido al Consulado en el año 175. Se enemistó con los miembros de la guardia pretoriana y los alejó del poder. Su sucesor, tras su asesinato, fue Didio Juliano, Senador y nieto de de un notable jurista de tiempos de Adriano, quien logró el apoyo de los pretorianos, a quienes pagó 25.000 sestercios a cada uno.
Septimio Severo que se hallaba en Carnuntum (Panonia Superior) fue proclamado emperador por sus tropas de Germania y Panonia.
En el año 193, el 1 de junio, Didio Juliano fue condenado a muerte por el Senado, y esta circunstancia fue aprovechada por Septimio Severo para ingresar con su ejército en Roma, ocho días después. Severo vengó la muerte de Pertinax y reemplazó a la guardia pretoriana por soldados de Panonia.
Para consolidarse en el poder, Septimio severo debió vencer al gobernador de Siria, Pescenio Níger, en Issos en el año 194, que se había hecho proclamar también emperador por sus soldados.
El gobernador de Britania, Clodio Albino fue nombrado César y Cónsul en el año 194, pero un año después lo declaró enemigo público y ambos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Lugdumm en el año 195, alzándose Severo con la victoria, y proclamándose emperador, tratando de crear un linaje con Nerva para legitimar su poder.
Sus medidas beneficiaron a los soldados, a quienes les aumentó sus salarios; creó tres nuevas legiones, las que elevaron su número a treinta y tres; reforzó las fronteras en África; permitió a los militares tener familia; y fundó colegios militares.
Luchó con éxito contra los partos (197-1199) incorporándose la Mesopotamia como nueva provincia romana, extendiendo hasta el Tigres la frontera de Roma.
Retornó a Roma en el año 203 donde realizó una importante obra pública, entre las cuales se destacó el inicio de la construcción de las Termas de Caracalla, obra que fue continuada por su hijo y sucesor, Caracalla, y de allí el nombre.
En el año 208 combatió a los caledonios en Britania. El erario sufrió un importante deterioro y los cristianos fueron muy perseguidos.
Falleció en York, donde dirigía campañas militares, tras padecer de gota, el 9 de febrero del año 211.