La Batalla de Actium
Contexto histórico
El Segundo Triunvirato constituido en el año 43 a. C. integrado por el hijo adoptivo de Julio César, Octavio, el antiguo lugarteniente de César, Marco Antonio, y el banquero Lépido, no tardó en tener problemas entre sus miembros. Lépido falleció, y Marco Antonio se instaló en Egipto, viviendo suntuosamente junto a la reina Cleopatra.
En contraposición, Octavio se mantuvo en Occidente llevando una vida de imagen intachable. Dado a conocer el testamento secreto de Marco Antonio, que pretendía trasladar la capital del imperio desde Roma hacia Alejandría, y que los hijos nacidos de su unión con Cleopatra serían sus herederos, los recelos hacia él se acentuaron. Los romanos nunca mostraron simpatía por los orientales, y la campaña difamatoria hacia Cleopatra, motivaron que las ciudades italianas peticionaran a Octavio que se enfrentara a Antonio y a Cleopatra.
Octavio preparó un ejército, junto a su amigo de la infancia y compañero de armas, Agripa, quienes cruzaron el mar Adriático para que la guerra se realizara fuera de Italia. Marco Antonio estaba con su gente debilitada, hambrienta y enferma. La idea de sus generales era enfrentar por tierra a las fuerzas rivales, por el norte, mientras Cleopatra aconsejaba una guerra en el mar.
La batalla
El enfrentamiento con Marco Antonio, se produjo en Actium, sobre el mar Jónico, en una región de la Grecia centro-occidental, llamada Acarnania, el 2 de septiembre del año 31 a. C.
Marco Antonio iba al frente de tres escuadras, con 220 galeras, reuniendo dos mil arqueros y veinte mil legionarios. Una cuarta escuadra al mando de Cleopatra, se quedó en la retaguardia, con barcos mercantes y cuantiosos tesoros.
Luego de una tempestad, finalmente avanzó Marco Antonio aprovechando el favor de los vientos sobre las velas de sus naves. Marco Antonio iba a la derecha, estando sus naves a cargo del cónsul Cayo Sosio, aunque el movimiento se inició por la izquierda. Las embarcaciones de Agripa eran más chicas, por lo tanto más rápidas, y mejor equipadas, lo que le adjudicaron el triunfo.
Las fuerzas de Cleopatra emprendieron la huida, entre las naves enemigas, que al ser visualizadas debieron soportar un violento ataque en las que se incluyó el uso de fuego griego. Marco Antonio iba detrás. Sin sus jefes, la lucha continuó hasta la hora 16 en que se produjo la rendición de las fuerzas del triunviro oriental.
Desde Alejandría, Cleopatra y Marco Antonio trataron de resistir, pero fue imposible. Las tropas de tierra también se rindieron.
Creyendo Marco Antonio que Cleopatra había muerto, se suicidó utilizando su propia espada. Ante tal situación, viendo Cleopatra su cruel destino, participando del desfile que consagraba el triunfo de Octavio, y como esclava romana, también se quitó la vida.
Epílogo
César Octaviano, victorioso, fue el jefe absoluto del gobierno, atribuyéndose poderes que incluso superaron los de Julio César, sellando definitivamente la muerte republicana, y haciendo nacer un nuevo período histórico para Roma: El Imperio.