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El emperador Cómodo

Publicado por Hilda

La dinastía romana de los Antoninos, había comenzado en el año 96, con muy buenos augurios, ya que sus cinco primeros emperadores se destacaron por su buen gobierno, por lo que fueron nombrados por Maquiavelo, y luego por Gibbon, como los “cinco emperadores buenos”. El iniciador de esta dinastía fue Nerva, y a él le sucedieron, Trajano, Adriano, Antonino Pío, y Marco Aurelio. La dinastía Antonina marcó un período de gran prosperidad y estabilidad política en el Imperio Romano. Bajo su liderazgo, se consolidaron reformas administrativas y territoriales que contribuyeron a un auge económico inusitado, estableciendo una era dorada que solo concluyó con las dificultades enfrentadas en el régimen de Cómodo. Lucio Aurelio Cómodo, fue hijo del emperador Marco Aurelio y nació en Lanuvium (al sureste de Roma) el 31 de agosto de 161. Fue esmeradamente educado intelectualmente, por los mejores maestros, y se convirtió la muerte de sus hermanos mayores, en el único sucesor al mando imperial.

A la muerte de su padre, Cómodo se convirtió en emperador, a los 18 años, el 17 de marzo del año 180, tras haber formado parte en la base militar de Carnuntum del Estado Mayor, donde recibió el título de Germanicus, al vencer a los germanos, y cogobernado con su padre, desde el año 177. En Carnuntum, un importante campamento militar romano en la frontera del Danubio, Cómodo adquirió experiencia valiosa como parte del Estado Mayor. Este lugar era no solo un fuerte, sino un centro estratégico desde donde se planificaban las campañas militares contra las tribus germanas. La participación de Cómodo en este entorno reforzó su posición militar y política dentro del imperio. En el año 180, cambió su praenomen, de Lucio a Marco, en honor a su padre.

Durante su gobierno, calificado por los historiadores como tiránico, delegó las tareas administrativas en sus favoritos, a los que ascendió en sus puestos como funcionarios. Se ganó el odio del Senado, pero el apoyo de las masas populares, a las que entretenía con juegos de gladiadores. En el año 182 debió sufrir la conspiración preparada por su hermana Lucila y dos de sus presuntos amantes, para derrocarlo. Los dos hombres fueron ejecutados y Lucila exiliada a Capri, aunque posteriormente también condenada a muerte. En el año 183, soportó la guerra en Dacia; y en Britania, Marcelo fue derrocado por sus soldados que lo reemplazaron por Prisco, y luego por Perenio, quien fue denunciado primero por un filósofo cínico, que terminó ejecutado, y luego por los soldados, de querer poner a su hijo en el poder, ante lo cual, Cómodo permitió su ejecución y la de su familia, a lo que siguió una larga serie de asesinatos. Todo esto le sumaba poder al favorito del emperador, Cleandro, un liberto transformado en chambelán, que se convirtió en jefe de la guardia pretoriana y se atribuyó el derecho de nombrar a los que integrarían los cargos públicos, manipulando a su conveniencia, y muchas veces por dinero, el acceso al Senado. Cleandro, quien en el pasado fue un liberto, llegó a controlar gran parte de la administración imperial bajo Cómodo. Era conocido por vender cargos políticos al mejor postor, lo que fomentó la corrupción y descontento entre las élites romanas. Su influencia era tal que formó una red de favoritismos y sobornos que desestabilizaron el gobierno y la moral pública.

Si bien Cómodo, se consideró a sí mismo como sucesor de Hércules, dotado de poderes especiales, y combatió en la arena contra bestias feroces, el miedo a los atentados contra su vida, tras el descontento masivo y la ola de conspiraciones, lo llevaron a instalarse en Lavinium, mientras su salud mental se iba progresivamente resintiendo.

El ocaso de Cleandro se produjo en el año 190, a causa de una crisis alimentaria que padeció el Imperio, de la cual fue culpado y ejecutado, asumiendo Eclecto, como chambelán y Quinto Emilio Leto, como prefecto del pretorio.

En las decisiones del emperador, influyó mucho su concubina, Marcia, que era cristiana, y por eso se tomaron medidas que favorecieron a esta religión. En el año 191, Cómodo, volvió cambiar su praenomen, volviendo al de Lucio, quedando su nombre completo como Lucio Elio Aurelio Cómodo Augusto Hercúleo Romano Exsuperatorio Amazonio Invicto Felix Pío. Sus doce nombres pasaron a denominar cada uno de los meses del año.

Durante su gobierno, Cómodo implementó políticas económicas que incluyeron la devaluación del denario, la moneda romana, provocando inflación y malestar económico. Su afán de gastar en juegos y espectáculos siderales extralimitó el tesoro del imperio, afectando la estabilidad financiera y creando tensiones que eventualmente debilitarían su régimen.

La refundación de Roma, tras un incendio a fines del año 192, se hizo bajo la denominación de Colonia Lucia Annia Commodiana, considerándose a él mismo, como el nuevo fundador de la ciudad, el nuevo Rómulo.

Eclecto, Leto y la concubina de Cómodo, Marcia, tras enterarse de que figuraban en una lista para ser ejecutados, decidieron preparar una conspiración contra el sanguinario emperador. Luego de intentar frustradamente envenenarlo por parte de Marcia, el asesinato se consumó el 31 de diciembre del año 192, a manos del liberto Narciso, quien lo estranguló. Al día siguiente de su muerte, fue declarado por el Senado, enemigo público, se derribaron todas sus estatuas y los nombres que había otorgado a las instituciones.

Con Cómodo, terminó de modo poco feliz, la dinastía de los Antoninos, dando lugar a una profunda crisis, donde Roma sufrió guerras civiles, y comenzando, luego, superado el conflicto, con Septimio Severo, la dinastía de los Severos, ordenándose por parte de Septimio Severo, la restitución de la memoria de Cómodo, que fue deificado. Hoy en día, Cómodo es recordado a través de la lente de los autores antiguos que lo describieron como un tirano. Películas y novelas históricas han perpetuado esta imagen de excesos, con su reinado simbolizando no solo un periodo de crisis, sino también el inicio de la erosión del orden establecido por sus predecesores.