Los fenicios
En el norte de Palestina, en la franja costera del Líbano, habitaba este pueblo de lengua semita, desde el año 2500 a. C. Las dos cordilleras paralelas del Líbano y del Antilíbano, con la estrecha franja de la costa, conformaban toda Fenicia.
Políticamente, estaban organizados en ciudades-estados independientes, gobernadas por un rey asistido por un consejo o asamblea, rivales entre sí, entre las que se destacaron Tiro y Sidón. Otras ciudades importantes fueron: Biblos, Berytos y Arvad.
El clima de inseguridad por los conflictos entre ellas se agravaba por las amenazas externas provenientes de pueblos vecinos, como los egipcios, los asirios y los babilónicos, debiendo soportar la dominación de los egipcios (1800-1400 a.C.), los heteos (1400-1100 a. C.), los asirios (800-600 a. C.), los neobabilónicos (610-539 a.C.), los persas (539-533 a. C.) y macedonios (332 a.C.), a quienes debieron abonarles tributo.
Los fenicios trascendieron en la historia de la humanidad por su condición de navegantes y comerciantes prestigiosos, que les permitió tomar contacto con otras culturas, de las que tomaron sus aportes, para mejorarlos y crear sus propios elementos culturales.
Basándose en la escritura cuneiforme de los sumerios y en los jeroglíficos egipcios, crearon un alfabeto de 22 consonantes, con significación hebrea, que datan del año 1000 a. C. y que se conocieron cuando un campesino encontró vasos de bronce, en 1876, con inscripciones fenicias, y los rompió para venderlos creyendo que eran de oro. Este alfabeto fue la base del alfabeto griego que lo perfeccionó, añadiéndole las vocales.
Crearon técnicas de navegación, que les permitió navegar por la noche usando para orientarse a las estrellas. Desde los puertos, existentes en todas sus ciudades utilizaron una embarcación llamada birreme que poseía una vela fija, quilla plana, proa curvada y doble fila de remos, dotada de espolón, una punta, que les permitía usarla como nave de guerra.
Otros estados, como por ejemplo, Egipto, requerían sus servicios, por la gran complejidad y elaboración de sus estratégicas embarcaciones que les permitieron llegar hasta las Islas Británicas, navegando por el Mediterráneo y bordear África. Darío, Jerjes y Alejandro los utilizaron como asesores en la paz y en la guerra.
El dominio marítimo estimuló el comercio, para cuyo desarrollo se establecieron depósitos, llamados factorías y colonias, con población fenicia estable, sobre las costas del Mediterráneo, siendo la principal, Cartago, en el norte de África, fundada hacia el año 813 a. C. que desplazó a Tiro como centro de poder, pero incrementó la ambición romana por ese territorio que originó las guerras púnicas.
La ciudad de Cartago fue fundada por habitantes de Tiro, que emigraron de allí por motivos políticos, para dirigirse al norte de África donde había una factoría de Tiro, llamada Utica, cuyos pobladores colaboraron con la fundación.
Primero utilizaron el trueque, y luego monedas, como medio de pago.
Ellos poseían madera, muy escasa en Oriente, proveniente de sus bosques de cedros y cipreses, árboles con los que pudieron construir las embarcaciones.
Fueron uno de los primeros pueblos en fabricar vidrio, y una tintura confeccionada a partir de conchas de mariscos, llamada púrpura tirana.
Eran politeístas, adorando a la naturaleza y a los astros, a quienes les rendían culto a través de sacrificios de animales, y a veces, humanos. Baal era el dios de la vegetación y Astarté, la diosa de la fertilidad y el amor. Antes de que los fenicios fueran dominados por los romanos, la pareja se unificó en Astarté que fue madre y esposa de su hijo Tamuz, conocido como Adonis, que también era dios de la vegetación, moría cada año al comenzar el invierno y renacía en primavera. En Fenicia la vegetación era milagrosa, teniendo en cuenta la aridez de la zona.