India antigua
Emplazada en el sur del continente asiático, albergó a una de las más antiguas comunidades humanas. Formaron aldeas, sobre todo en el valle del río Indo, que fueron creciendo hasta convertirse en ciudades hacia el año 4000 a,C., trazadas en dámero, con murallas de tierra, con una ciudadela fortificada, donde probablemente residía el príncipe-sacerdote, destacándose Mohenjo Daro y Harappa. Estos asentamientos se extendieron al oeste y al noroeste de la India.
Las viviendas usaban para su construcción, ladrillos secados al sol, y las habitaciones se disponían en torno a un patio interior. Había barrios residenciales donde habitaba la población que integraba las clases sociales más favorecidas. Entre sus edificios públicos, se destacó el Great Bath en Mohenjo Daro.
Se dedicaban al cultivo de trigo, cebada, sésamo y algodón, a la cría de búfalos, camellos y cabras, a la alfarería, al trabajo en bronce, cobre, plomo y estaño, y eran excelentes tejedores. Construyeron canales subterráneos y pozos de donde extraían el agua.
Comerciaban por tierra con Asia central e Irán y por mar, con Egipto y la Mesopotamia.
Probablemente a causa de las inundaciones del río Indo, o de conflictos internos se originó a mediados del segundo milenio, un período de decadencia de las ciudades que posibilitó la invasión de los arios, pueblo que llegó atravesando el paso Khyber que los dominó prontamente por su capacidad guerrera y los obligó a emigrar hacia el sur, aproximadamente en el año 1500 a. C.
Los arios se instalaron en el noroeste de la meseta del Decán y en los valles del Indo y del Ganges, se agruparon en tribus, bajo un jefe que se sucedía en forma hereditaria.
Introdujeron el caballo, la lengua sánscrita y sus propios dioses, asociados con fenómenos naturales y creyentes de una constante reencarnación.
Su religión era el hinduismo o brahamanismo que poseía tres dioses principales: Brahma, dios de la creación, Vishnú o el conservador, se reencarnó varias veces, siendo Buda su novena encarnación, y Shiva, rector del universo, quien legislaba e imponía justicia. Tenía un aspecto renovador y constructivo y otro vengativo y destructor.
El hinduismo estableció un sistema de castas, donde las personas eran ubicadas por su nacimiento, en jerarquías, siendo la superior, la de los brahmanes o sacerdotes, originados en la boca de Brahma. Le seguían la de los chatrias o guerreros, que procedían de los brazos de Brahma, los vaishias, o campesinos y mercaderes, que nacían de los muslos del dios, y debían pagar impuestos. El más bajo escalón lo constituían quienes emergieron de los pies de Brahma, constituido por los sudras o siervos, pertenecientes a los pueblos sometidos.
Quienes no pertenecían a ninguna casta eran considerados dasa que significaba parias o impuros.
En el siglo VI a. C. surgió una nueva religión, el budismo, creada por Sidharta Gautama, hijo de un príncipe hindú, llamado Buda, que significa “el iluminado”. Abandonó la vida en palacio para dedicarse a predicar y meditar. Sus principales innovaciones con respecto al hinduismo fueron el rechazo al sistema de castas, y la posibilidad de obtener la salvación, evitando la interminable serie de reencarnaciones, a través del nirvana. La no violencia y el respeto hacia todos los seres animados y la autodisciplina complementan sus preceptos.
En el año 327 a. C., Alejandro Magno y sus fuerzas, llegaron a la India, conquistando el noroeste y Afganistán. Sin embargo los habitantes de la India se mantuvieron fieles a sus dioses. Abandonada la conquista por Alejandro, Chandragupta Maurya, en el año 300 a. C, fundó el imperio Maurya, que fue consolidado por su nieto Asoka, quien proclamó el budismo como religión oficial. Durante su gobierno se impulsó la tolerancia étnica y religiosa en pos de la unidad.
A la muerte de Asoka, los distintos estados del imperio iniciaron una serie de luchas, que impidieron la continuación de su unificación.
En el año 320 d. C.Chandragupta I, fundó una nueva dinastía, que impuso el hinduismo como religión y obligó a los distintos estados a someterse a su autoridad y pagar tributos.
Durante este período fue notable el desarrollo de la India en materia científica, sobre todo en matemática y astronomía, comercial y artística.
Hacia el año 1000 se produjo la invasión islámica, que dominó el territorio por 300 años.