Calendario persa
Los primeros registros históricos sobre los persas, datan del año 836 antes de la era cristiana. Ocuparon el territorio que actualmente es Irán, y desde los inicios de su cultura desarrollaron diversos calendarios, que fueron perfeccionando, pasando entre otros progresos del calendario lunar al solar.
El primero de ellos rigió desde los inicios hasta la dinastía de los Aqueménidas, uno de cuyos reyes fue Darío, en cuya tumba se halló un calendario dividido en nueve meses, dedicados entre otros, a la veneración del toro, al culto del fuego y al cuidado del jardín. Tenían instituida en él, una sola fiesta civil, la de Año Nuevo o Newruz.
Fueron sus astrónomos, llamados “magos” quienes redactaron un nuevo calendario, con mucha influencia religiosa, en el año 400 a. C, el que perduró hasta el año 651 después de Cristo, cuando falleció el rey Yezdegerd. Para hacerlo tuvieron la influencia de los medos. Fijaron un año compuesto de trescientos sesenta días, al que luego añadieron dos días más, siguiendo la tradición egipcia. Más tarde, luego de la invasión de Alejandro Magno, agregaron un mes completo, intercalado cada ciento veinte años, la primera de las cuales se hizo en el año 309 antes de Cristo.
Con la conquista islámica que aconteció a la muerte del rey Yezdegerd, desapareció la cultura persa, y con ella su calendario, el que fue reemplazado por otro, de origen árabe, que no contaba con el mes suplementario, lo que provocó que en el año 1079, existiera un avance de 19 días. Ante el desconcierto provocado, el sultán que gobernaba Persia, decidió acudir a Omar Cheiam, que intentó solucionar el problema colocando un año bisiesto, pero este intentó fracasó. En el año 1744 se intentó volver al sistema de intercalación del mes que se colocaba cada 120 años, lo que se hizo en 1864.
El calendario persa actual, adoptado desde 1925, tiene doce meses, seis con 31 días, seguidos de cinco de 30 días, y un último mes de 29 o 30 días, si es un año bisiesto. Rige en Irán y Afganistán, y están en año 1392 y comienza entre nuestros meses de septiembre y octubre, que es el primer día que corresponde al equinoccio de primavera.