El emperador Tito
El nombre completo de Tito era Tito Flavio Sabino Vespasiano, y nació en Roma, el 30 de diciembre del año 39. Era el hijo mayor de Vespaciano que se convertiría en emperador romano en el año 69, de quien fue César, y a quien sucedería en el trono diez años después, continuando la dinastía Flavia en el poder.
Padre e hijo eran destacados militares. Tito se acercaba al ideal estoico, fue tribuno militar en Germania y Britania en el período 57-60, y combatió a las órdenes de su padre destacándose en la guerra contra Judea que se extendió entre el 67 y el 70, año en que Tito sitió durante cinco meses Jerusalén, la conquistó, la arrasó, esclavizó a sus habitantes, y destruyó su templo. En homenaje a esta hazaña su padre construyó el Arco de Tito, en la Vía Sacra, a la entrada del Foro.
Durante el reinado de Vespaciano, Tito asumió siete veces el Consulado y Fue Comandante de la Guardia Pretoriana.
Asumió el mando imperial a la muerte de Vespaciano el 25 de junio de 79, y su gobierno fue popular y generoso, ayudando a las víctimas de la erupción del Vesubio (79) y del incendio de la ciudad de Roma que sucedió un año después. También derogó la ley de “maiestas” o ley de traición, que justificaba muchas ejecuciones innecesarias y vengativas.
En obras públicas, finalizó el Coliseo romano o Anfiteatro Flavio, obra que había iniciado su padre; mandó a edificar baños termales, conocidos como las Termas de Tito, en Roma; y comenzó a construir el Templo de Tito y Vespaciano, que Domiciano terminaría.
El 13 de septiembre de 81, en Reata, Tito falleció afectado por fiebres (hubo sospechas de que su hermano Domiciano, quien se convirtió en su sucesor, podía haber contribuido en su deceso por acción u omisión) y fue deificado por el Senado.